EL ESCARBO DE HUESOS EN CAYMA Y EL CULTO A LAS ALMAS[1]
Edgar Chalco Pacheco[2]
El tema que ha causado siempre interés a muchos estudiosos, está relacionado con la muerte, los enterramientos, el alma, el espíritu, el más allá, la otra vida, ese "culto a los muertos" se ha manifestado de diferentes formas en las culturas universales, desde que apareció el hombre a la actualidad, hay una mezcla de rito, mito y religión, los que son realizados para explicar el mundo de los muertos y diferenciar del mundo de los vivos.
El momento crítico del paso de ese límite entre la vida y la muerte, como una situación inevitable para todo ser humano, tiene dimensiones biológicas, psicológicas, definiciones sociales que en las diferentes culturas serán expresadas a través de una serie de acciones simbólicas, que mediante los ritos se apreciará la permanencia del mito, donde los sobrevivientes las efectúan para lograr el tránsito del difunto de este mundo de los vivos al mundo de los muertos
Las preguntas que vienen a la memoria para nuestro trabajo son múltiples, entre ellas:
¿Cuál es el comportamiento de la población Caymeña con respecto a la muerte en el mes de todos los santos?
¿Cómo se desarrolla y que efectos produce el proceso de cambios culturales de costumbres y los rituales sobre la muerte, en la población de Cayma?
Por lo tanto en qué forma se presentarían estos antecedentes culturales e históricos que caracteriza a la población de Cayma que dieron como origen a estos comportamientos formales y rituales sobre el culto a los muertos en el día de todos los santos y el escarbo de huesos para un segundo enterramiento.
El tema se puede explicar en los valores ancestrales de la Cultura Andina, en aquellas continuidades y permanencias de su mentalidad sobre el culto a los muertos, y que son expresadas a través de estos rituales del escarbo de huesos, reviviendo el mito del ucjupacha.
Creemos que es necesario reunir un conjunto de valores culturales históricos, presentes en la memoria colectiva de los pobladores de Cayma sobre el culto a los muertos.
Reconocer las conductas del inconsciente colectivo en las costumbres ancestrales de los pobladores de Cayma, que permita articular los niveles subjetivos de la vida cotidiana y niveles objetivos que caracteriza a los rituales del culto a los muertos.
El tema de la muerte no sólo es la última postrimería, como lo llama la tradición religiosa occidental, sino el momento en que el hombre afronta el fracaso final de toda omnipotencia personal de todo éxito mundano. La muerte es por esencia el momento de la verdad, la que revela la verdadera personalidad y el carácter del hombre sobre la tierra, la muerte es "la gran igualadora". Frente a este hecho todas las culturas han elaborado ciertos comportamientos, ciertos ritos gestuales, ciertas actitudes colectivas
Frente a este hecho irremediable de la condición humana, nuestra ciudad tiene herencia de la vieja tradición andina (los entierros funerarios de los Collaguas. Huaris, los lncas) que encierra en el humus de nuestra tradición más recóndita una cultura ritual de la muerte, nos ha legado una rica tradición que prácticamente se mezcla con la cultura occidental traída por los españoles, dándonos un mestizaje que, no ha sido explorada a profundidad en nuestra región y país, con excepción de algunos trabajos.
Los pobladores de Cayma, aquellos que se consideran verdaderos arequipeños, los "loncos" mantienen comportamientos culturales de sus ancestros, no son costumbres de los recién migrantes, sino que ellos recuerdan lo que les contaban sus abuelos, y que fue transmitidas de generación en generación. La visita a los cementerios de día, y en otros casos de noche, donde comen, beben y brindan con el muerto, a su nombre, considerándolo parte de la reunión como si estuviera presente (vivo), es también motivo de una sesuda explicación esa tradición de escarbar los huesos de un difunto en el mes de todos los santos para volver a enterrarlos al día siguiente. ¿Cuál es la lengua, Nación, cuya supervivencia cultural se transmite hasta la actualidad en la mentalidad de nuestras generaciones?
La teoría de la "larga duración" planteada por Fernand Braudel, nos dice que los cambios culturales en una sociedad son poco notorios en procesos cortos de tiempo por ejemplo un golpe de Estado, una revuelta, que son casos políticos o institucionales que pueden durar 1 a 5 años. Tampoco se podrá notar cambios en los procesos económicos y de población, ya que son coyunturales y que pueden durar 15 a 50 años. Pero si es posible apreciar los cambios culturales en procesos de larga duración en el tiempo de 70, 500 a mil años, porque los patrones de comportamiento y conducta, así como su mentalidad, son problemas estructurales que se van introduciendo en forma disimulada al inconsciente colectivo de las personas. De ahí que no se pueda notar con facilidad los cambios haciendo una ligera mirada a nuestra sociedad y es necesario un marco de tiempo mayor.
El Mundo cultural Occidental en la zona andina del globo y en especial en esta zona sur del país, tiene apenas cuatro siglos y medio de ocupación de difusión de sus patrones culturales en el sentido más amplio. En Cambio la cultura de Los Incas apenas se acerca a un siglo de existencia ya que fue truncada por la anterior dicha. Pero la que tuvo mayor desarrollo sostenible y sustetabilidad de sus patrones culturales son de los de lengua aymara y las Naciones que se desarrollaron en su entorno como los Collas. Los Aymaras en sentido general según los estudiosos, tuvieron un espacio de tiempo que alcanza los ocho siglos de permanencia en esta zona altiplánica.
Desarrollando la teoría de Braudel, es tiempo suficiente para que los aymaras hayan calado hondo en lo más sensible y complicado del ser humano andino, para cambiar de comportamientos culturales como es la mentalidad. De igual manera se podría comparar la similitud con los árabes con ocho siglos de dominación minaron hondo en las mentalidades de la gente de la actual España, que hasta la fecha mantienen comportamientos culturales de los Moros Moriscos Árabes etc. No negamos los cambios que se han producido en los comportamientos culturales de los andinos, pero son lentos y tardan siglos, y continúan dándose.
Pensamos que una hipótesis apropiada seria, La continuidad de manifestaciones culturales de los pobladores de Cayma son muy ancestrales, y probablemente permanecen una variedad de costumbres andinas cuyo desarrollo estén relacionadas con el culto a los muertos.
La permanencia del culto a los muertos el día de todos los santos realizado por la noche y el escarbo de huesos en algunos poblados de Arequipa son costumbres que probablemente se mantienen en la mentalidad de los pobladores como continuidad de la Cosmovisión andina sobre el "alma".
Para nuestro trabajo rescatamos mucha información de aquellas fuentes para nuestro trabajo, como los testamentos, los libros de nacimientos, bautizos y defunciones, que son indispensables en esta tarea que se encuentran ubicados en los Archivos de la localidad.
Son de mucha importancia la Iconografía de las tumbas, la observación de los gestos culturales durante los ritos de entierros, así como la información oral mediante entrevistas, sobre casos especiales y los periódicos de la localidad, que nos permitirán apreciar los cambios de mentalidad, de comportamientos de la población de Cayma con relación al culto a los muertos.
La técnica que comúnmente se utiliza en historia es el método de observación indirecta en los documentos y bibliografía. Utilizaremos también la entrevista como fuente de la historia oral. Observación directa y participativa con la población. Lectura Iconográfica y Hagiografías. Para ello nos apoyamos en la Paleografía, Semiología, Psicología, Antropología histórica.
La bibliografía clásica con que se labora en la investigación es una información de segunda mano que nos servirá de mucho apoyo y modelo para relacionarla y cruzar con la información que recogemos de primera mano.
1.- EL CULTO A LOS MUERTOS
Si en este mundo existe la vida, que se manifiesta como el brotar, crecer, fructificar, florecer, multiplicar, desarrollo de las especies, produciendo nuevas formas. Por otro lado también existe la muerte que es ante todo un fenómeno biofisiológico, que por lo tanto afecta a todo viviente corpóreo y consiste en la cesación de la vida. Este fin se manifiesta por la extinción de las actividades vitales.
Después de la muerte se presenta la más o menos rápida descomposición del organismo, estos fenómenos visibles indican que ha ocurrido lo que constituye la verdadera esencia de la muerte, a saber, que el principio vital el alma se ha separado del cuerpo. Con dicha separación las almas de las plantas y animales perecen por que no pueden existir.
Hoy día son pocas las personas que declaran no creer en la existencia de otra vida, pero son muchas las personas quienes creen que existe algún tipo de sustancia espiritual que sobrevive a la muerte. Así lo define William James indicando que "existe un flujo continuo de conciencia cósmica, contra el que nuestra individualidad sólo levanta barreras temporales y en el que nuestras mentes se sumergen como en un mar". (Nuño 1994:05).
Este flujo continuo que traspasa el infinito y pervive en las mentes de las personas, algunos la denominan alma, espíritu, y hay culturas que reviven el momento a través de fiestas, entre las más conocidas las que se realizan en el mes de noviembre.
2.- EL DIA DE TODOS LOS SANTOS EN CA YMA
2.1.-LA HISTORIA
Cayma se encuentra ubicado a la margen derecha del río chili que cruza la ciudad, esta zona estuvo ocupada desde tiempos inmemoriales. Podemos aproximamos a hacer una visión histórica de la ciudad, cuando oleadas migratorias bajaron desde el altiplano naciones de lengua aymara, ocuparon estos valles. Los ríos Polobaya, Quequeña, Yarabamba que se une con el Pocsi para dar el Soca baya, a su vez el de Chiguata y Paucarpata se unen con el río Socabaya para dar origen al río postrero en la zona de Huasacache y desembocar en el río Chili en la zona de Tingo Grande. El Chili tiene poblados antiguos río arriba como Sachaca, Yanahuara, Cayma, La Tomilla, Acequia Alta, Chilina.
Posteriormente llegaron los grupos de habla Puquina, que también ocuparon algunos valles mencionados. Los que arribaron por su política de expansión fueron los Collaguas a la zona de la Chimba. Los espacios se pueden delimitar y diferenciar, por las costumbres de estos pueblos en relación al culto a sus muertos. Las gentes de los pueblos del valle del Chili desde Tingo Grande hacia arriba van a visitar a sus muertos el 01 de noviembre solamente de día, en cambio, la gente de los poblados de las cuencas del Polobaya, Socabaya, Tingo Grande y la margen del Chili río abajo van a los cementerios a visitar a sus muertos el día de todos los santos por la noche hasta la madrugada del día siguiente.
El día de todos los santos cuando empieza a oscurecer y en la noche, la gente de los poblados mencionados se dirige al cementerio de distintos lugares van llevando agua flores, velas faroles(luminarias de papel multicolor), empiezan a limpiar amontonar la tierra y encender velas con faroles al rededor del rectángulo de la tumba de sus familiares, esto es tanto en la tierra como en los nichos depende del entierro, la costumbre es para todos sea migrante o del lugar los "loncos arequipeños", ellos se pasan la voz para asistir, porque es una "fiesta de las almas ", hay música andina que tocan y cantan a los muertos, y también en las afueras hay toldos con venta de comidas licor y música. Lo característico es que los deudos llevan comida para en un mantel ponerlo encima de la tumba y luego servir a los asistentes e invitados de los deudos, ellos toman y brindan "tinkando" con el muerto “a su nombre, por ti, recuerdan los momentos que pasaron juntos, voy ha comer lo que le gustaba a él, un té un café con licor etc.”.
Todo el cementerio está iluminado parece de día, hay faroles multicolor, la gente va y viene, los conocidos se saludan. La gente se retira en la madrugada, otros tomarán caldo de gallina que venden en los toldos y al medio día vuelven al cementerio con flores en señal de despedida para al otro año volver a encontrarse.
2.2.- EL CEMENTERIO DE CAYMA.-
Nos referimos al cementerio antiguo, que se encuentra ubicado a espaldas de la Iglesia de la Candelaria, a una distancia de seis cuadras de la plaza de Cayma, y de la plaza de armas de Arequipa dista sólo a 10 minutos en auto.
Ya mencionamos que las riberas del río Chili en su margen derecha inicialmente fueron ocupadas por Collas de habla aymara, luego a esta zona se expandieron los Collaguas que también fueron de lengua aymara. Es sabido que los Collaguas surgen como producto de la fusión de dos naciones los Collas y los Cabanas. Por tal razón muchos de los términos que actualmente se usan en el ritual del escarbo de huesos en Cayma son aymaras, tocka (calavera o cráneo), Anuckara (volcán, misti), Chachani, Pichupichu, matara (totora), Antiquilla, Arequipa.
Los acompañantes y creyentes en las almas, que participan en esta fiesta, recuerdan que hace muchos años el escarbo de huesos era una fiesta muy grande en la década del 40, 50, 60, se turnaban los poblados de Acequia Alta, La Tomilla y Cayma para celebrarlo, y eran varias tumbas las que desenterraban no sólo una, y además lo hacían de noche, y cuentan que el ferreto (féretro) de Cayma iba de noche a la quebrada con dirección a Yanahuara y a su vez del ferreto de Yanahuara venía con dirección a Cayma y en la quebrada se encontraba dándose una pelea muy reñida hasta el amanecer y regresaban los de cayma diz que triunfadores[3].
El cuento sobre San Gil de Cayma aún se mantiene en la memoria de sus pobladores y señalan el lugar en que se encuentra enterrado, es muy tenebroso y misterioso sobre todo por la procesión de huesos por la noche en medio de las chacras desde Acequia Alta a Cayma, dicen que la tocka silbaba y al ver sus dientes parecía una carcajada burlona en la oscura noche[4].
El casco urbano de la población actual de Cayma nos da una idea de un estrato social pudiente, integrado por profesionales funcionarios de buenos ingresos económicos, algunos empresarios, quienes hicieron construir sus casas de estilo arquitectónico moderno, las casas y terrenos en la tranquilidad de la zona se valorizaron mucho, más en relación a otras zonas de la ciudad. En medio de este conjunto de casas de población acomodada con costumbres modernas, se mantiene el cementerio muy ancestral y aún pervive en la mentalidad de la gente que tiene chacra y se dedican a la agricultura, aquel mito del manqhapacha o ucjhu pacha.
3.- EL RITO DEL ESCARBO DE HUESOS
3.1.- LOS PREPARATIVOS
En el Distrito de Cayma se tiene por costumbre la ejecución del rito el primer domingo de diciembre de todos los años, como finalizando todas las ceremonias del mes de todos los santos, y como es un día de descanso podrán concurrir mayor cantidad de creyentes a este culto a las almas.
La organización.- Para tal efecto hay una persona encargada de organizar toda la “fiesta del escarbo de huesos, fiesta de las almas” a quien se le denomina “mayordomo”, yo diría mayordomo devotado porque todos los que asisten a la ceremonia ellos mismos se dicen que son devotos de las almas.
El mayordomo devotado.- todo el año tiene que buscar la forma de agenciarse de recursos, de solicitar el permiso al Municipio para que señale el sitio para el escarbo (cuando no hay oferente), hacer las invitaciones a los creyentes, comprometerlos para el día señalado. Hay alferéces para otras actividades menores.
El maestro.- es una persona de edad, que año tras año viene realizando el rito conservando el mito, el Sr. Zeballos dice que lo viene haciendo hace 28 años y que la tradición viene de familia porque su padre y abuelo también lo hacían.
Otro es el maestro (curandero), que contribuye en la preparación de la ayranta y mesa andinas, que forman parte de la fiesta. Un alférez mujer se encarga de las comidas, otra de las flores etc.
El difunto.- necesariamente tiene que ser de un poblador de la zona, cuyos restos deben estar bajo tierra y no en nicho, anteriormente eran los familiares quienes se ofrecían para que hagan el escarbo de huesos de sus seres queridos, en la actualidad se hace de una persona desconocida cuyos restos están olvidados y de quien los familiares ya no están en esta ciudad, migraron a otros lugares. De este difunto se extrae el cráneo Tocka.
Las 35 misas.- El día de todos santos se arma un altar para las toccas en la casa del mayordomo, para recibir a las almas de los difuntos, el día uno de noviembre por la noche, se pasa la primera misa de difuntos en la iglesia de Cayma, y luego todos los días el mayordomo y las personas que se ofrecen deben realizar una misa hasta cumplir las 35 en todo el mes contando las dos más del día del entierro de huesos.
En cayma el altar se forma en las casas del mayordomo, en todos santos, y en estas celebridades
3.2.- EL ESCARBO DE HUESOS
El proceso del escarbo de huesos consta de tres momentos importantes[5]: el permiso, la ceremonia en sí y la despedida.
El permiso.- El día domingo por la mañana antes de toda actividad primeramente se pide permiso, pagando a la tierra con una ayranta (mesa pequeña) cuyo instrumental es netamente andino, que contiene coca, sebo de llama, incienso, Este ritual lo hace el maestro conocedor de la preparación y proceso, la realiza masticando coca fumando, bebiendo licor y tinkando, luego queman el atado ofreciendo a los volcanes que circundan la ciudad (apus), así entremezcladas con oraciones cristianas padres nuestros y ave marías. Ellos dicen para que la tierra no se enoje no los agarre, y ellos encuentren lo que buscan.
Luego el devoto y familiares hacen la limpieza de la tumba que se ha escogido en el cementerio, sacando hierbas y maleza que crecieron por la antigüedad de la tumba, midiendo el ancho y largo del hoyo que irán a escarbar. Tinkando con aguardiente echando a la cruz y a la tierra para que la tierra suelte a los huesos y los encuentren.
El escarbo en sí.- Aproximadamente a los diez de la mañana del día domingo 6 de diciembre observamos y participamos de este ritual, el maestro que pidió permiso y otros ayudantes con palas y picos y barretas procedieron a escarbar el sitio de la tumba, movieron la cruz y se hicieron espacio para votar más rápido la tierra porque deberían hacer un hoyo de aproximadamente tres metros y recién encontrarían los restos.
Las mujeres, generalmente esposas de los devotos y de los ayudantes, alzan sus manos en señal de oración cristiana con padres nuestros, credo, aves marías, luego (y durante todo el ritual) ellas van sirviendo chicha de maíz, aguardiente, alcanzan coca y cigarro a todos los que trabajan y participan en el ritual, mientras van llegando más ayudantes hombres para escarbar quienes traen un cajón nuevo para los huesos, y llegan más mujeres con ramos de flores (pompos) de color amarillo blanco en cantidad, destapan el cajón y dentro de él deshojan los pétalos de las flores haciendo una capa (cama) donde colocarán los restos de los huesos que encontrarían.
En plena faena, las conversaciones se refieren a los recuerdos de años pasados a los cuentos de sus padres y abuelos, quienes les transmitían esa costumbre, y que en esos años había mucha concurrencia de gente y el ritual lo hacían de noche[6] (Confróntese Mostajo, San Gil de Cayma) todo era con banda de música (caperos) y no como ahora apenas un tambor y una quena (eso también se debe a los recursos con que pueda contar y conseguir los devotos). También hay momentos de bromas como a la persona que muestra cansancio le dicen que el muerto lo ha “caicado” y le dan de beber licor.
Ya al medio día cuando encuentran al cajón muy deteriorado por la humedad del suelo se procede a tinkar con licor y a sacar los huesos uno por uno hasta encontrar el cráneo (tocka) en forma ordenada poniéndolo en un mantel para llevarlo a colocar al cajón nuevo. Una vez extraídos todos los huesos se hace limpieza del fondo de la tumba dejándolo listo para el segundo entierro de los mismos restos al día siguiente.
Las mujeres continúan echando los pétalos de flores ya encima de los huesos colocados en el nuevo cajón. Luego se procede a poner la tapa, se escucha el golpeteo lento del tambor y un sonido prolongado de la quena -como un llanto-, dando un sentido fúnebre y triste en el total silencio sepulcral del cementerio.
Ya son dos de la tarde y todos se reparan para salir en procesión del cementerio a la casa donde serán velados los restos en el trayecto de seis cuadras, se va tocando el tambor y quena, de las casas algunos curiosos observan tras las rendijas de las puertas, otros al ver pasar se persignan, en la plaza de Cayma frente a la iglesia muchos curiosos se detienen se ponen de pie y se persignan.
En la casa del velatorio espera una capilla ardiente moderna contratado a una funeraria y en ese lugar se instaló el cajón con los restos óseos, la tocka es puesta a su costado en una mesa adornada con coronas de flores amarilla y blancas en los agujeros de los ojos y nariz se colocan flores rojas, y para culminar la tarea del día ya las tres de la tarde se ofrece un almuerzo a todos los que participaron y presentes y visitantes, las mesas están distribuidas al rededor del ambiente, y se cruzan las bromas, recuerdos y se comenta de los que no han venido, y todos prometen volver más tarde para el velorio.
En la noche es de acompañamiento a los restos, se brinda con licor, mezclado con té mastican coca, existe los cuentos de almas, recuerdos ancestrales, otros hacen lectura de la suerte en coca y a media noche todos rezan oraciones.
Al día siguiente, lunes muy temprano todos se preparan para la misa de medio día, un devoto de años anteriores trae una tocka adornada en su urna y la ponen junto a la otra para compañía, también la adornan con flores, simultáneamente los músicos (caperos) están tocando notas alegres y tristes como la “Marcha fúnebre a Morán”. Salen en procesión llevando el féretro completo con la tocka, van hasta el interior de la Iglesia bajo la protección de la Virgen candelaria de cayma. Es una misa de difuntos como si fuera un recién fallecido, hay discursos del cura y devotos. Terminando la misa todos vuelven a la casa del velatorio es la una de la tarde hora de almorzar, la música continúa, hay mucha más cantidad de gente que el día anterior.
Todos se preparan para el entierro programado a las tres de la tarde, mientras se elaboran coronas de flores para los devotos salientes y los nuevos que se ofrecieron, una corona para la cabeza (similar a las tockas) y otras para el cuello que cubre todo el pecho. Ambos devotos ya siendo las cuatro de la tarde encabezan la procesión, van con dirección a la plaza, se detienen frente a la Iglesia y es un silencio sepulcral un buen rato, luego caminan el perímetro de la plaza y se dirigen al cementerio. La gente se turna para cargar el féretro, los músicos siguen tocando se bloquea el tránsito de vehículos, en el trayecto los curiosos se persignan, en el camino los acompañantes conversan de lo milagrosas que son las calaveritas, que ellos son muy devotos, que cuidan su casa, y es verdad que muchos pobladores en sus casas tienen un lugar para ellas y las adoran como si fueran un santo católico. etc.
Llegando al cementerio se encaminan a la tumba de donde fue sacado para volverlo a enterrar en el mismo sitio. En la fosa se tinka con licor, se hecha una capa de flores, para luego poner el cajón con huesos, las tockas se quedan con los devotos la tocka que extrajeron el día anterior es entregada al nuevo devoto para que lo conserve todo el año y una vez presentado al público el devoto manifiesta que el ritual se volverá a realizar el próximo año.
En el momento de puesto el cajón hay una gran emoción en las gentes, como si se tratara de un recién fallecido, muchos echan licor, flores, ellos mastican beben fuman, los niños participan echando pétalos de flores multicolor a la fosa. En este segundo enterramiento se aprecia en la gente una mirada profunda, como si vieran a un santo hay una veneración y adoración, todos rezan, a la hora de echar la tierra, todos deben dar siquiera una pala hacia la fosa hasta las mujeres de edad avanzada, luego se pone la cruz, se pone corona de flores, se dan los discursos por el maestro invocando a los creyentes que son actos de devoción de adoración, respeto y mucha fe. Todos se junta se ponen en fila para continuar la procesión con las tockas recorriendo por todo el cementerio e iniciar la retirada, siempre encabezado por los devotantes hasta volver a la casa del velatorio y dejar a las tockas con velas encendidas hasta el día siguiente.
La despedida.- También la denominan el “descaique” expresión quechua y aymara que consiste en de quitarse el mal de muerto la actividad se programó para las tres de la tarde del día martes, de la casa del velatorio se dirigen al cementerio, antes el mayordomo y maestro llevaron los instrumentos y objetos necesarios que integran la mesa andina, que será preparada en el cementerio la explicaciones son en aymara se dirigen a los apus Anuckara, Chachani, Pichupichu, Misti y otros lugares sagrados mezclados con oraciones cristianas, y una vez preparado proceden a enterrar la ofrenda tinkando con aguardiente y bebiendo los presentes que participaron en las ceremonias anteriores.
Luego realizan una forma de baile con alegría y cierto castigo flagelándose con látigos, varas de membrillo y ramas de ortiga, unos a otros se pegan, el castigo va entre bromas dicen para quitarse el mal de muerto, -años antes se arrojaban frutas y comida-. Después de buen rato y finalizando todos salen amistosos y contentos por haber cumplido con sus tradiciones, costumbres ancestrales, unos van a la casa del velatorio, porque ahí quedaron las tockas con velas encendidas y los devotos proceden a llevarlas a sus domicilios y conservarlos hasta el próximo año.
3.3.- EL MITO
Las sociedades del mundo a través de la historia han mantenido sus creencias sobre la vida y la muerte, en ese flujo continuo de la conciencia cósmica de las sociedades antiguas hasta las modernas.
La sociedad Andina “podría ser caracterizada como espacio y cosmo-céntrica”[7]. El cosmos ha regido la vida destino y muerte de esta cultura, toda actividad del ser humano andino está ligada a su mundo cósmico a la “totalidad que lo rodea, a la diversidad, especialidad, seguridad, identidad, reciprocidad, que se encuentra sintetizados en mitos ritos y fábulas, etc.”[8].
El proceso de la muerte en un ser humano andino, necesita de una amplia explicación, pero trataremos de sintetizarlo. Cuando ocurre la muerte de una de ellos, dentro de su cosmovisión, el alma ingresa “al mundo de abajo al manqhapacha”[9]. Y emprende el largo viaje por “el espacio sideral para lo cual debe tener una acémila que lleve sus pertenencias… luego de tres años regresa a su hogar convertido en iwiri…”[10]. Es decir la toca se convierte en objeto sagrado de la familia, en un “santo popular” que es venerado a la usanza católica.
El alma para el hombre andino no se separa definitivamente del cuerpo, vuelve cada año el día de todos los santos de su largo viaje por el espacio sideral y las familias deben esperarlas con algarabía, fiesta. Comidas, bebidas, para que las almas estén contentas y no tristes cuando nadie ha ido a esperarlas en sus tumbas o lugares donde murieron, ya sea de día o de noche.
Se cree que mientras el cuerpo muerto y enterrado tenga algo de carne y no ha quedado solamente hueso, “el alma queda apresada dentro del cuerpo hasta que se transforme en osamenta”[11], y sea liberada para que continúe su viaje definitivo. Generalmente esta podredumbre del cuerpo es total a los tres años y con el escarbo de huesos y un segundo enterramiento el alma emprende el viaje definitivo.
Pero en el caso de Cayma en el segundo enterramiento no va la tocka, la calavera se queda con el devoto. Será una forma materializada y no espiritual que el “alma” se quede en la casa para que cuide, ayude, como si estuviera viva la persona al que perteneció, por ello muchas personas lo expresan en la fiesta, tengo una almita en la casa, huerta, chacra, porque la almita pediría a Dios por ellos, a la que le dan la categoría de santidad y milagrosa, al estilo cristiano.
En algunos pueblos del mundo aymara el escarbar huesos y calaveras ocurre el primer día de la fiesta de los difuntos, Van Kessel observó en Cultane -norte de Chile-, “una ceremonia y costumbre del mes de octubre como el culto al de los difuntos, centrado al rededor de algunos cráneos excavados de la fosa común… es una ceremonia comunitaria en honor al ‘alma mundo”[12].
Rescatamos las palabras de Javier Albó que dice “Todos Santos en el campo representa el año nuevo andino, con una celebración de la muerte y del retorno de la vida, precisamente en el momento en que empieza la principal siembra anual y la estación de lluvias”[13].
Los muertos son integrados al ciclo agrícola, esos ritos de la siembra han tomado contacto con la Pachamama, y es en la Pachamama que están enterrados los huesos secos y sedientos como la tierra, y agradecerán a los dioses cuando lleva o les den un poco de agua o licor. Claramente se aprecia en Cayma que los devotos son gente de campo agrícola, de chacra.
Las flores que se echaban a la fosa en el segundo enterramiento, representa mucho para el mundo andino, dice Harris que “son símbolo de vida y de cosecha, proclaman la primavera y el comienzo de las lluvias, sirven para dar bienvenida al muerto”[14]. Pero también son vistosidad significan el mundo del más allá, el Paititi, de donde se espera el regreso del gran Pachacuti, los verdaderos reyes, para reafirmar el nuevo mundo, la vida, vida que continuará en los niños y jóvenes que ofrecen y echan flores a la tumba y que el mito no se perderá en el infinito ya que “todos santos ve en la muerte una posibilidad de la continuación o renovación de la vida”[15].
En el proceso del descaique, el pago con una mesa, es una forma de agradecer a la Pachamama y a los apus por haberles permitido hacer un hoyo y mover los restos óseos, y también es una forma de pagar el mal de susto ante el muerto o conocido como “mal de muerto”, de esta manera todo quedará en la tranquilidad.
El baile y juego de castigarse unos a otros, con látigos, varas de membrillo, ramas de ortiga (planta medicinal, que tiene pequeñas espinas), corresponde a la ceremonia del tinku andino, que viene a ser el encuentro de contrarios, que después de un combate deben buscar el perdón, el complemento, la unidad de la comunidad, de la sociedad, como si nada hubiera sucedido y todo volviera a la normalidad, al orden del mundo como lo encontraron y todos se marcharán felices para volver a reencontrarse el próximo año.
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EVITE EL PLAGIO, CITAR LA FUENTE:
[1] Publicado EN: Revista SOCIALES Nº6, Fac. De Ciencias Hist. Sociales, UNSA. Arequipa, Perú. Dic 1999. pp151-164
[2] Profesor de la Escuela de Historia de la UNSA.-
[3] Zacarías Cevallos Colque, Coversatorio en la cena después del entierro de huesos 1999
[4] Mostajo, Francisco, San Gil de Cayma: Leyenda folklórica arequipeña, Municipalidad Provincial de Arequipa 1956 p.61-62
[5] Chalco Pacheco Genaro. “Investigación Etnográfica, 1997 - 1999
[6] Mostajo, Francisco, “San Gil de Cayma” Arequipa 1955
[7], Zutter, Pierre de “Mitos del Desarrollo Rural Andino” Edit. HISBOL, La Paz. 1994, p.254
[8] Claverías “ Mitos y Planificación del Manejo Ganadero, Lima,
[9] Gordillo Begazo, Jesús “La manqhapacha en Sitajara, El culto a los muertos” EN: Revista Proyección Nº3 edit. Centro Cultural Sagitario, Tacna. 1994
[10] Bustinza Menendez, Julio “La Religiosidad en Los Qollas” Edit. Centro de Estudios de Pos Grado, Universidad Técnica de Oruro, Bolivia, 1994 p.12
[11] Rojas Zolezzi, Martha “Segundas Exequias en el Mundo Andino y la Noción de Alma”.EN: Revista Antropológica nº13 Edit. PUCP, Lima, 1995 p.233
[12] Berg, Hans Van Den“La tierra no da así momas”-Los Ritos Agrícolas en la Religión de los Aymaras-. Edit. HISBOL-UCB/ISET. La Paz 1989 p.93
[13] Ibidem p.96
[14] Ibidem p.98
[15] Ibidem p.96
Edgar Chalco Pacheco[2]
El tema que ha causado siempre interés a muchos estudiosos, está relacionado con la muerte, los enterramientos, el alma, el espíritu, el más allá, la otra vida, ese "culto a los muertos" se ha manifestado de diferentes formas en las culturas universales, desde que apareció el hombre a la actualidad, hay una mezcla de rito, mito y religión, los que son realizados para explicar el mundo de los muertos y diferenciar del mundo de los vivos.
El momento crítico del paso de ese límite entre la vida y la muerte, como una situación inevitable para todo ser humano, tiene dimensiones biológicas, psicológicas, definiciones sociales que en las diferentes culturas serán expresadas a través de una serie de acciones simbólicas, que mediante los ritos se apreciará la permanencia del mito, donde los sobrevivientes las efectúan para lograr el tránsito del difunto de este mundo de los vivos al mundo de los muertos
Las preguntas que vienen a la memoria para nuestro trabajo son múltiples, entre ellas:
¿Cuál es el comportamiento de la población Caymeña con respecto a la muerte en el mes de todos los santos?
¿Cómo se desarrolla y que efectos produce el proceso de cambios culturales de costumbres y los rituales sobre la muerte, en la población de Cayma?
Por lo tanto en qué forma se presentarían estos antecedentes culturales e históricos que caracteriza a la población de Cayma que dieron como origen a estos comportamientos formales y rituales sobre el culto a los muertos en el día de todos los santos y el escarbo de huesos para un segundo enterramiento.
El tema se puede explicar en los valores ancestrales de la Cultura Andina, en aquellas continuidades y permanencias de su mentalidad sobre el culto a los muertos, y que son expresadas a través de estos rituales del escarbo de huesos, reviviendo el mito del ucjupacha.
Creemos que es necesario reunir un conjunto de valores culturales históricos, presentes en la memoria colectiva de los pobladores de Cayma sobre el culto a los muertos.
Reconocer las conductas del inconsciente colectivo en las costumbres ancestrales de los pobladores de Cayma, que permita articular los niveles subjetivos de la vida cotidiana y niveles objetivos que caracteriza a los rituales del culto a los muertos.
El tema de la muerte no sólo es la última postrimería, como lo llama la tradición religiosa occidental, sino el momento en que el hombre afronta el fracaso final de toda omnipotencia personal de todo éxito mundano. La muerte es por esencia el momento de la verdad, la que revela la verdadera personalidad y el carácter del hombre sobre la tierra, la muerte es "la gran igualadora". Frente a este hecho todas las culturas han elaborado ciertos comportamientos, ciertos ritos gestuales, ciertas actitudes colectivas
Frente a este hecho irremediable de la condición humana, nuestra ciudad tiene herencia de la vieja tradición andina (los entierros funerarios de los Collaguas. Huaris, los lncas) que encierra en el humus de nuestra tradición más recóndita una cultura ritual de la muerte, nos ha legado una rica tradición que prácticamente se mezcla con la cultura occidental traída por los españoles, dándonos un mestizaje que, no ha sido explorada a profundidad en nuestra región y país, con excepción de algunos trabajos.
Los pobladores de Cayma, aquellos que se consideran verdaderos arequipeños, los "loncos" mantienen comportamientos culturales de sus ancestros, no son costumbres de los recién migrantes, sino que ellos recuerdan lo que les contaban sus abuelos, y que fue transmitidas de generación en generación. La visita a los cementerios de día, y en otros casos de noche, donde comen, beben y brindan con el muerto, a su nombre, considerándolo parte de la reunión como si estuviera presente (vivo), es también motivo de una sesuda explicación esa tradición de escarbar los huesos de un difunto en el mes de todos los santos para volver a enterrarlos al día siguiente. ¿Cuál es la lengua, Nación, cuya supervivencia cultural se transmite hasta la actualidad en la mentalidad de nuestras generaciones?
La teoría de la "larga duración" planteada por Fernand Braudel, nos dice que los cambios culturales en una sociedad son poco notorios en procesos cortos de tiempo por ejemplo un golpe de Estado, una revuelta, que son casos políticos o institucionales que pueden durar 1 a 5 años. Tampoco se podrá notar cambios en los procesos económicos y de población, ya que son coyunturales y que pueden durar 15 a 50 años. Pero si es posible apreciar los cambios culturales en procesos de larga duración en el tiempo de 70, 500 a mil años, porque los patrones de comportamiento y conducta, así como su mentalidad, son problemas estructurales que se van introduciendo en forma disimulada al inconsciente colectivo de las personas. De ahí que no se pueda notar con facilidad los cambios haciendo una ligera mirada a nuestra sociedad y es necesario un marco de tiempo mayor.
El Mundo cultural Occidental en la zona andina del globo y en especial en esta zona sur del país, tiene apenas cuatro siglos y medio de ocupación de difusión de sus patrones culturales en el sentido más amplio. En Cambio la cultura de Los Incas apenas se acerca a un siglo de existencia ya que fue truncada por la anterior dicha. Pero la que tuvo mayor desarrollo sostenible y sustetabilidad de sus patrones culturales son de los de lengua aymara y las Naciones que se desarrollaron en su entorno como los Collas. Los Aymaras en sentido general según los estudiosos, tuvieron un espacio de tiempo que alcanza los ocho siglos de permanencia en esta zona altiplánica.
Desarrollando la teoría de Braudel, es tiempo suficiente para que los aymaras hayan calado hondo en lo más sensible y complicado del ser humano andino, para cambiar de comportamientos culturales como es la mentalidad. De igual manera se podría comparar la similitud con los árabes con ocho siglos de dominación minaron hondo en las mentalidades de la gente de la actual España, que hasta la fecha mantienen comportamientos culturales de los Moros Moriscos Árabes etc. No negamos los cambios que se han producido en los comportamientos culturales de los andinos, pero son lentos y tardan siglos, y continúan dándose.
Pensamos que una hipótesis apropiada seria, La continuidad de manifestaciones culturales de los pobladores de Cayma son muy ancestrales, y probablemente permanecen una variedad de costumbres andinas cuyo desarrollo estén relacionadas con el culto a los muertos.
La permanencia del culto a los muertos el día de todos los santos realizado por la noche y el escarbo de huesos en algunos poblados de Arequipa son costumbres que probablemente se mantienen en la mentalidad de los pobladores como continuidad de la Cosmovisión andina sobre el "alma".
Para nuestro trabajo rescatamos mucha información de aquellas fuentes para nuestro trabajo, como los testamentos, los libros de nacimientos, bautizos y defunciones, que son indispensables en esta tarea que se encuentran ubicados en los Archivos de la localidad.
Son de mucha importancia la Iconografía de las tumbas, la observación de los gestos culturales durante los ritos de entierros, así como la información oral mediante entrevistas, sobre casos especiales y los periódicos de la localidad, que nos permitirán apreciar los cambios de mentalidad, de comportamientos de la población de Cayma con relación al culto a los muertos.
La técnica que comúnmente se utiliza en historia es el método de observación indirecta en los documentos y bibliografía. Utilizaremos también la entrevista como fuente de la historia oral. Observación directa y participativa con la población. Lectura Iconográfica y Hagiografías. Para ello nos apoyamos en la Paleografía, Semiología, Psicología, Antropología histórica.
La bibliografía clásica con que se labora en la investigación es una información de segunda mano que nos servirá de mucho apoyo y modelo para relacionarla y cruzar con la información que recogemos de primera mano.
1.- EL CULTO A LOS MUERTOS
Si en este mundo existe la vida, que se manifiesta como el brotar, crecer, fructificar, florecer, multiplicar, desarrollo de las especies, produciendo nuevas formas. Por otro lado también existe la muerte que es ante todo un fenómeno biofisiológico, que por lo tanto afecta a todo viviente corpóreo y consiste en la cesación de la vida. Este fin se manifiesta por la extinción de las actividades vitales.
Después de la muerte se presenta la más o menos rápida descomposición del organismo, estos fenómenos visibles indican que ha ocurrido lo que constituye la verdadera esencia de la muerte, a saber, que el principio vital el alma se ha separado del cuerpo. Con dicha separación las almas de las plantas y animales perecen por que no pueden existir.
Hoy día son pocas las personas que declaran no creer en la existencia de otra vida, pero son muchas las personas quienes creen que existe algún tipo de sustancia espiritual que sobrevive a la muerte. Así lo define William James indicando que "existe un flujo continuo de conciencia cósmica, contra el que nuestra individualidad sólo levanta barreras temporales y en el que nuestras mentes se sumergen como en un mar". (Nuño 1994:05).
Este flujo continuo que traspasa el infinito y pervive en las mentes de las personas, algunos la denominan alma, espíritu, y hay culturas que reviven el momento a través de fiestas, entre las más conocidas las que se realizan en el mes de noviembre.
2.- EL DIA DE TODOS LOS SANTOS EN CA YMA
2.1.-LA HISTORIA
Cayma se encuentra ubicado a la margen derecha del río chili que cruza la ciudad, esta zona estuvo ocupada desde tiempos inmemoriales. Podemos aproximamos a hacer una visión histórica de la ciudad, cuando oleadas migratorias bajaron desde el altiplano naciones de lengua aymara, ocuparon estos valles. Los ríos Polobaya, Quequeña, Yarabamba que se une con el Pocsi para dar el Soca baya, a su vez el de Chiguata y Paucarpata se unen con el río Socabaya para dar origen al río postrero en la zona de Huasacache y desembocar en el río Chili en la zona de Tingo Grande. El Chili tiene poblados antiguos río arriba como Sachaca, Yanahuara, Cayma, La Tomilla, Acequia Alta, Chilina.
Posteriormente llegaron los grupos de habla Puquina, que también ocuparon algunos valles mencionados. Los que arribaron por su política de expansión fueron los Collaguas a la zona de la Chimba. Los espacios se pueden delimitar y diferenciar, por las costumbres de estos pueblos en relación al culto a sus muertos. Las gentes de los pueblos del valle del Chili desde Tingo Grande hacia arriba van a visitar a sus muertos el 01 de noviembre solamente de día, en cambio, la gente de los poblados de las cuencas del Polobaya, Socabaya, Tingo Grande y la margen del Chili río abajo van a los cementerios a visitar a sus muertos el día de todos los santos por la noche hasta la madrugada del día siguiente.
El día de todos los santos cuando empieza a oscurecer y en la noche, la gente de los poblados mencionados se dirige al cementerio de distintos lugares van llevando agua flores, velas faroles(luminarias de papel multicolor), empiezan a limpiar amontonar la tierra y encender velas con faroles al rededor del rectángulo de la tumba de sus familiares, esto es tanto en la tierra como en los nichos depende del entierro, la costumbre es para todos sea migrante o del lugar los "loncos arequipeños", ellos se pasan la voz para asistir, porque es una "fiesta de las almas ", hay música andina que tocan y cantan a los muertos, y también en las afueras hay toldos con venta de comidas licor y música. Lo característico es que los deudos llevan comida para en un mantel ponerlo encima de la tumba y luego servir a los asistentes e invitados de los deudos, ellos toman y brindan "tinkando" con el muerto “a su nombre, por ti, recuerdan los momentos que pasaron juntos, voy ha comer lo que le gustaba a él, un té un café con licor etc.”.
Todo el cementerio está iluminado parece de día, hay faroles multicolor, la gente va y viene, los conocidos se saludan. La gente se retira en la madrugada, otros tomarán caldo de gallina que venden en los toldos y al medio día vuelven al cementerio con flores en señal de despedida para al otro año volver a encontrarse.
2.2.- EL CEMENTERIO DE CAYMA.-
Nos referimos al cementerio antiguo, que se encuentra ubicado a espaldas de la Iglesia de la Candelaria, a una distancia de seis cuadras de la plaza de Cayma, y de la plaza de armas de Arequipa dista sólo a 10 minutos en auto.
Ya mencionamos que las riberas del río Chili en su margen derecha inicialmente fueron ocupadas por Collas de habla aymara, luego a esta zona se expandieron los Collaguas que también fueron de lengua aymara. Es sabido que los Collaguas surgen como producto de la fusión de dos naciones los Collas y los Cabanas. Por tal razón muchos de los términos que actualmente se usan en el ritual del escarbo de huesos en Cayma son aymaras, tocka (calavera o cráneo), Anuckara (volcán, misti), Chachani, Pichupichu, matara (totora), Antiquilla, Arequipa.
Los acompañantes y creyentes en las almas, que participan en esta fiesta, recuerdan que hace muchos años el escarbo de huesos era una fiesta muy grande en la década del 40, 50, 60, se turnaban los poblados de Acequia Alta, La Tomilla y Cayma para celebrarlo, y eran varias tumbas las que desenterraban no sólo una, y además lo hacían de noche, y cuentan que el ferreto (féretro) de Cayma iba de noche a la quebrada con dirección a Yanahuara y a su vez del ferreto de Yanahuara venía con dirección a Cayma y en la quebrada se encontraba dándose una pelea muy reñida hasta el amanecer y regresaban los de cayma diz que triunfadores[3].
El cuento sobre San Gil de Cayma aún se mantiene en la memoria de sus pobladores y señalan el lugar en que se encuentra enterrado, es muy tenebroso y misterioso sobre todo por la procesión de huesos por la noche en medio de las chacras desde Acequia Alta a Cayma, dicen que la tocka silbaba y al ver sus dientes parecía una carcajada burlona en la oscura noche[4].
El casco urbano de la población actual de Cayma nos da una idea de un estrato social pudiente, integrado por profesionales funcionarios de buenos ingresos económicos, algunos empresarios, quienes hicieron construir sus casas de estilo arquitectónico moderno, las casas y terrenos en la tranquilidad de la zona se valorizaron mucho, más en relación a otras zonas de la ciudad. En medio de este conjunto de casas de población acomodada con costumbres modernas, se mantiene el cementerio muy ancestral y aún pervive en la mentalidad de la gente que tiene chacra y se dedican a la agricultura, aquel mito del manqhapacha o ucjhu pacha.
3.- EL RITO DEL ESCARBO DE HUESOS
3.1.- LOS PREPARATIVOS
En el Distrito de Cayma se tiene por costumbre la ejecución del rito el primer domingo de diciembre de todos los años, como finalizando todas las ceremonias del mes de todos los santos, y como es un día de descanso podrán concurrir mayor cantidad de creyentes a este culto a las almas.
La organización.- Para tal efecto hay una persona encargada de organizar toda la “fiesta del escarbo de huesos, fiesta de las almas” a quien se le denomina “mayordomo”, yo diría mayordomo devotado porque todos los que asisten a la ceremonia ellos mismos se dicen que son devotos de las almas.
El mayordomo devotado.- todo el año tiene que buscar la forma de agenciarse de recursos, de solicitar el permiso al Municipio para que señale el sitio para el escarbo (cuando no hay oferente), hacer las invitaciones a los creyentes, comprometerlos para el día señalado. Hay alferéces para otras actividades menores.
El maestro.- es una persona de edad, que año tras año viene realizando el rito conservando el mito, el Sr. Zeballos dice que lo viene haciendo hace 28 años y que la tradición viene de familia porque su padre y abuelo también lo hacían.
Otro es el maestro (curandero), que contribuye en la preparación de la ayranta y mesa andinas, que forman parte de la fiesta. Un alférez mujer se encarga de las comidas, otra de las flores etc.
El difunto.- necesariamente tiene que ser de un poblador de la zona, cuyos restos deben estar bajo tierra y no en nicho, anteriormente eran los familiares quienes se ofrecían para que hagan el escarbo de huesos de sus seres queridos, en la actualidad se hace de una persona desconocida cuyos restos están olvidados y de quien los familiares ya no están en esta ciudad, migraron a otros lugares. De este difunto se extrae el cráneo Tocka.
Las 35 misas.- El día de todos santos se arma un altar para las toccas en la casa del mayordomo, para recibir a las almas de los difuntos, el día uno de noviembre por la noche, se pasa la primera misa de difuntos en la iglesia de Cayma, y luego todos los días el mayordomo y las personas que se ofrecen deben realizar una misa hasta cumplir las 35 en todo el mes contando las dos más del día del entierro de huesos.
En cayma el altar se forma en las casas del mayordomo, en todos santos, y en estas celebridades
3.2.- EL ESCARBO DE HUESOS
El proceso del escarbo de huesos consta de tres momentos importantes[5]: el permiso, la ceremonia en sí y la despedida.
El permiso.- El día domingo por la mañana antes de toda actividad primeramente se pide permiso, pagando a la tierra con una ayranta (mesa pequeña) cuyo instrumental es netamente andino, que contiene coca, sebo de llama, incienso, Este ritual lo hace el maestro conocedor de la preparación y proceso, la realiza masticando coca fumando, bebiendo licor y tinkando, luego queman el atado ofreciendo a los volcanes que circundan la ciudad (apus), así entremezcladas con oraciones cristianas padres nuestros y ave marías. Ellos dicen para que la tierra no se enoje no los agarre, y ellos encuentren lo que buscan.
Luego el devoto y familiares hacen la limpieza de la tumba que se ha escogido en el cementerio, sacando hierbas y maleza que crecieron por la antigüedad de la tumba, midiendo el ancho y largo del hoyo que irán a escarbar. Tinkando con aguardiente echando a la cruz y a la tierra para que la tierra suelte a los huesos y los encuentren.
El escarbo en sí.- Aproximadamente a los diez de la mañana del día domingo 6 de diciembre observamos y participamos de este ritual, el maestro que pidió permiso y otros ayudantes con palas y picos y barretas procedieron a escarbar el sitio de la tumba, movieron la cruz y se hicieron espacio para votar más rápido la tierra porque deberían hacer un hoyo de aproximadamente tres metros y recién encontrarían los restos.
Las mujeres, generalmente esposas de los devotos y de los ayudantes, alzan sus manos en señal de oración cristiana con padres nuestros, credo, aves marías, luego (y durante todo el ritual) ellas van sirviendo chicha de maíz, aguardiente, alcanzan coca y cigarro a todos los que trabajan y participan en el ritual, mientras van llegando más ayudantes hombres para escarbar quienes traen un cajón nuevo para los huesos, y llegan más mujeres con ramos de flores (pompos) de color amarillo blanco en cantidad, destapan el cajón y dentro de él deshojan los pétalos de las flores haciendo una capa (cama) donde colocarán los restos de los huesos que encontrarían.
En plena faena, las conversaciones se refieren a los recuerdos de años pasados a los cuentos de sus padres y abuelos, quienes les transmitían esa costumbre, y que en esos años había mucha concurrencia de gente y el ritual lo hacían de noche[6] (Confróntese Mostajo, San Gil de Cayma) todo era con banda de música (caperos) y no como ahora apenas un tambor y una quena (eso también se debe a los recursos con que pueda contar y conseguir los devotos). También hay momentos de bromas como a la persona que muestra cansancio le dicen que el muerto lo ha “caicado” y le dan de beber licor.
Ya al medio día cuando encuentran al cajón muy deteriorado por la humedad del suelo se procede a tinkar con licor y a sacar los huesos uno por uno hasta encontrar el cráneo (tocka) en forma ordenada poniéndolo en un mantel para llevarlo a colocar al cajón nuevo. Una vez extraídos todos los huesos se hace limpieza del fondo de la tumba dejándolo listo para el segundo entierro de los mismos restos al día siguiente.
Las mujeres continúan echando los pétalos de flores ya encima de los huesos colocados en el nuevo cajón. Luego se procede a poner la tapa, se escucha el golpeteo lento del tambor y un sonido prolongado de la quena -como un llanto-, dando un sentido fúnebre y triste en el total silencio sepulcral del cementerio.
Ya son dos de la tarde y todos se reparan para salir en procesión del cementerio a la casa donde serán velados los restos en el trayecto de seis cuadras, se va tocando el tambor y quena, de las casas algunos curiosos observan tras las rendijas de las puertas, otros al ver pasar se persignan, en la plaza de Cayma frente a la iglesia muchos curiosos se detienen se ponen de pie y se persignan.
En la casa del velatorio espera una capilla ardiente moderna contratado a una funeraria y en ese lugar se instaló el cajón con los restos óseos, la tocka es puesta a su costado en una mesa adornada con coronas de flores amarilla y blancas en los agujeros de los ojos y nariz se colocan flores rojas, y para culminar la tarea del día ya las tres de la tarde se ofrece un almuerzo a todos los que participaron y presentes y visitantes, las mesas están distribuidas al rededor del ambiente, y se cruzan las bromas, recuerdos y se comenta de los que no han venido, y todos prometen volver más tarde para el velorio.
En la noche es de acompañamiento a los restos, se brinda con licor, mezclado con té mastican coca, existe los cuentos de almas, recuerdos ancestrales, otros hacen lectura de la suerte en coca y a media noche todos rezan oraciones.
Al día siguiente, lunes muy temprano todos se preparan para la misa de medio día, un devoto de años anteriores trae una tocka adornada en su urna y la ponen junto a la otra para compañía, también la adornan con flores, simultáneamente los músicos (caperos) están tocando notas alegres y tristes como la “Marcha fúnebre a Morán”. Salen en procesión llevando el féretro completo con la tocka, van hasta el interior de la Iglesia bajo la protección de la Virgen candelaria de cayma. Es una misa de difuntos como si fuera un recién fallecido, hay discursos del cura y devotos. Terminando la misa todos vuelven a la casa del velatorio es la una de la tarde hora de almorzar, la música continúa, hay mucha más cantidad de gente que el día anterior.
Todos se preparan para el entierro programado a las tres de la tarde, mientras se elaboran coronas de flores para los devotos salientes y los nuevos que se ofrecieron, una corona para la cabeza (similar a las tockas) y otras para el cuello que cubre todo el pecho. Ambos devotos ya siendo las cuatro de la tarde encabezan la procesión, van con dirección a la plaza, se detienen frente a la Iglesia y es un silencio sepulcral un buen rato, luego caminan el perímetro de la plaza y se dirigen al cementerio. La gente se turna para cargar el féretro, los músicos siguen tocando se bloquea el tránsito de vehículos, en el trayecto los curiosos se persignan, en el camino los acompañantes conversan de lo milagrosas que son las calaveritas, que ellos son muy devotos, que cuidan su casa, y es verdad que muchos pobladores en sus casas tienen un lugar para ellas y las adoran como si fueran un santo católico. etc.
Llegando al cementerio se encaminan a la tumba de donde fue sacado para volverlo a enterrar en el mismo sitio. En la fosa se tinka con licor, se hecha una capa de flores, para luego poner el cajón con huesos, las tockas se quedan con los devotos la tocka que extrajeron el día anterior es entregada al nuevo devoto para que lo conserve todo el año y una vez presentado al público el devoto manifiesta que el ritual se volverá a realizar el próximo año.
En el momento de puesto el cajón hay una gran emoción en las gentes, como si se tratara de un recién fallecido, muchos echan licor, flores, ellos mastican beben fuman, los niños participan echando pétalos de flores multicolor a la fosa. En este segundo enterramiento se aprecia en la gente una mirada profunda, como si vieran a un santo hay una veneración y adoración, todos rezan, a la hora de echar la tierra, todos deben dar siquiera una pala hacia la fosa hasta las mujeres de edad avanzada, luego se pone la cruz, se pone corona de flores, se dan los discursos por el maestro invocando a los creyentes que son actos de devoción de adoración, respeto y mucha fe. Todos se junta se ponen en fila para continuar la procesión con las tockas recorriendo por todo el cementerio e iniciar la retirada, siempre encabezado por los devotantes hasta volver a la casa del velatorio y dejar a las tockas con velas encendidas hasta el día siguiente.
La despedida.- También la denominan el “descaique” expresión quechua y aymara que consiste en de quitarse el mal de muerto la actividad se programó para las tres de la tarde del día martes, de la casa del velatorio se dirigen al cementerio, antes el mayordomo y maestro llevaron los instrumentos y objetos necesarios que integran la mesa andina, que será preparada en el cementerio la explicaciones son en aymara se dirigen a los apus Anuckara, Chachani, Pichupichu, Misti y otros lugares sagrados mezclados con oraciones cristianas, y una vez preparado proceden a enterrar la ofrenda tinkando con aguardiente y bebiendo los presentes que participaron en las ceremonias anteriores.
Luego realizan una forma de baile con alegría y cierto castigo flagelándose con látigos, varas de membrillo y ramas de ortiga, unos a otros se pegan, el castigo va entre bromas dicen para quitarse el mal de muerto, -años antes se arrojaban frutas y comida-. Después de buen rato y finalizando todos salen amistosos y contentos por haber cumplido con sus tradiciones, costumbres ancestrales, unos van a la casa del velatorio, porque ahí quedaron las tockas con velas encendidas y los devotos proceden a llevarlas a sus domicilios y conservarlos hasta el próximo año.
3.3.- EL MITO
Las sociedades del mundo a través de la historia han mantenido sus creencias sobre la vida y la muerte, en ese flujo continuo de la conciencia cósmica de las sociedades antiguas hasta las modernas.
La sociedad Andina “podría ser caracterizada como espacio y cosmo-céntrica”[7]. El cosmos ha regido la vida destino y muerte de esta cultura, toda actividad del ser humano andino está ligada a su mundo cósmico a la “totalidad que lo rodea, a la diversidad, especialidad, seguridad, identidad, reciprocidad, que se encuentra sintetizados en mitos ritos y fábulas, etc.”[8].
El proceso de la muerte en un ser humano andino, necesita de una amplia explicación, pero trataremos de sintetizarlo. Cuando ocurre la muerte de una de ellos, dentro de su cosmovisión, el alma ingresa “al mundo de abajo al manqhapacha”[9]. Y emprende el largo viaje por “el espacio sideral para lo cual debe tener una acémila que lleve sus pertenencias… luego de tres años regresa a su hogar convertido en iwiri…”[10]. Es decir la toca se convierte en objeto sagrado de la familia, en un “santo popular” que es venerado a la usanza católica.
El alma para el hombre andino no se separa definitivamente del cuerpo, vuelve cada año el día de todos los santos de su largo viaje por el espacio sideral y las familias deben esperarlas con algarabía, fiesta. Comidas, bebidas, para que las almas estén contentas y no tristes cuando nadie ha ido a esperarlas en sus tumbas o lugares donde murieron, ya sea de día o de noche.
Se cree que mientras el cuerpo muerto y enterrado tenga algo de carne y no ha quedado solamente hueso, “el alma queda apresada dentro del cuerpo hasta que se transforme en osamenta”[11], y sea liberada para que continúe su viaje definitivo. Generalmente esta podredumbre del cuerpo es total a los tres años y con el escarbo de huesos y un segundo enterramiento el alma emprende el viaje definitivo.
Pero en el caso de Cayma en el segundo enterramiento no va la tocka, la calavera se queda con el devoto. Será una forma materializada y no espiritual que el “alma” se quede en la casa para que cuide, ayude, como si estuviera viva la persona al que perteneció, por ello muchas personas lo expresan en la fiesta, tengo una almita en la casa, huerta, chacra, porque la almita pediría a Dios por ellos, a la que le dan la categoría de santidad y milagrosa, al estilo cristiano.
En algunos pueblos del mundo aymara el escarbar huesos y calaveras ocurre el primer día de la fiesta de los difuntos, Van Kessel observó en Cultane -norte de Chile-, “una ceremonia y costumbre del mes de octubre como el culto al de los difuntos, centrado al rededor de algunos cráneos excavados de la fosa común… es una ceremonia comunitaria en honor al ‘alma mundo”[12].
Rescatamos las palabras de Javier Albó que dice “Todos Santos en el campo representa el año nuevo andino, con una celebración de la muerte y del retorno de la vida, precisamente en el momento en que empieza la principal siembra anual y la estación de lluvias”[13].
Los muertos son integrados al ciclo agrícola, esos ritos de la siembra han tomado contacto con la Pachamama, y es en la Pachamama que están enterrados los huesos secos y sedientos como la tierra, y agradecerán a los dioses cuando lleva o les den un poco de agua o licor. Claramente se aprecia en Cayma que los devotos son gente de campo agrícola, de chacra.
Las flores que se echaban a la fosa en el segundo enterramiento, representa mucho para el mundo andino, dice Harris que “son símbolo de vida y de cosecha, proclaman la primavera y el comienzo de las lluvias, sirven para dar bienvenida al muerto”[14]. Pero también son vistosidad significan el mundo del más allá, el Paititi, de donde se espera el regreso del gran Pachacuti, los verdaderos reyes, para reafirmar el nuevo mundo, la vida, vida que continuará en los niños y jóvenes que ofrecen y echan flores a la tumba y que el mito no se perderá en el infinito ya que “todos santos ve en la muerte una posibilidad de la continuación o renovación de la vida”[15].
En el proceso del descaique, el pago con una mesa, es una forma de agradecer a la Pachamama y a los apus por haberles permitido hacer un hoyo y mover los restos óseos, y también es una forma de pagar el mal de susto ante el muerto o conocido como “mal de muerto”, de esta manera todo quedará en la tranquilidad.
El baile y juego de castigarse unos a otros, con látigos, varas de membrillo, ramas de ortiga (planta medicinal, que tiene pequeñas espinas), corresponde a la ceremonia del tinku andino, que viene a ser el encuentro de contrarios, que después de un combate deben buscar el perdón, el complemento, la unidad de la comunidad, de la sociedad, como si nada hubiera sucedido y todo volviera a la normalidad, al orden del mundo como lo encontraron y todos se marcharán felices para volver a reencontrarse el próximo año.
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EVITE EL PLAGIO, CITAR LA FUENTE:
[1] Publicado EN: Revista SOCIALES Nº6, Fac. De Ciencias Hist. Sociales, UNSA. Arequipa, Perú. Dic 1999. pp151-164
[2] Profesor de la Escuela de Historia de la UNSA.-
[3] Zacarías Cevallos Colque, Coversatorio en la cena después del entierro de huesos 1999
[4] Mostajo, Francisco, San Gil de Cayma: Leyenda folklórica arequipeña, Municipalidad Provincial de Arequipa 1956 p.61-62
[5] Chalco Pacheco Genaro. “Investigación Etnográfica, 1997 - 1999
[6] Mostajo, Francisco, “San Gil de Cayma” Arequipa 1955
[7], Zutter, Pierre de “Mitos del Desarrollo Rural Andino” Edit. HISBOL, La Paz. 1994, p.254
[8] Claverías “ Mitos y Planificación del Manejo Ganadero, Lima,
[9] Gordillo Begazo, Jesús “La manqhapacha en Sitajara, El culto a los muertos” EN: Revista Proyección Nº3 edit. Centro Cultural Sagitario, Tacna. 1994
[10] Bustinza Menendez, Julio “La Religiosidad en Los Qollas” Edit. Centro de Estudios de Pos Grado, Universidad Técnica de Oruro, Bolivia, 1994 p.12
[11] Rojas Zolezzi, Martha “Segundas Exequias en el Mundo Andino y la Noción de Alma”.EN: Revista Antropológica nº13 Edit. PUCP, Lima, 1995 p.233
[12] Berg, Hans Van Den“La tierra no da así momas”-Los Ritos Agrícolas en la Religión de los Aymaras-. Edit. HISBOL-UCB/ISET. La Paz 1989 p.93
[13] Ibidem p.96
[14] Ibidem p.98
[15] Ibidem p.96
NOTA: El artículo fue ampliado, mejorado, y presentado a la XIV Reunión Anual de Etnología 23-26 agosto 2000, La Paz Bolivia y publicado en sus Anales,Tomo I pp.99-112. Registrado también en IFEA.
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