domingo, 18 de enero de 2009

EL MARTIRIO DE DOÑA MARIA CALDERON, EN MANOS DE “EL DEMONIO DE LOS ANDES”

EL MARTIRIO DE DOÑA MARIA CALDERON, EN MANOS DE “EL DEMONIO DE LOS ANDES”
Continuamos con la presentación de mujeres que forman parte de la historia de Arequipa. Los acontecimientos que nos toca detallar, corresponden a los turbulentos años de 1546 a 1548, nos referimos a las cruentas guerras civiles de los conquistadores, en este caso la sublevación de los encomenderos ricos comandado por Gonzalo Pizarro y su maestre de Campo Francisco de Carvajal “El demonio de los Andes”, contra de la Corona Española. Muchas mujeres vecinas de Arequipa fueron prisioneras por Carvajal y llevadas a la ciudad del Cusco.
DOÑA MARÍA CALDERÓN.- Fue vecina de Arequipa, mujer del Capitán Jerónimo de Villegas, mujer compleja pero decidida y valiente, gran enemiga de Gonzalo Pizarro, durante la Guerra Civil del Perú, la cual hizo cuanto estuvo a su alcance por derrotarle a él y a su ejército principalmente mediante intrigas y otras maniobras secretas y públicas. Pagó con la muerte su osadía, pero cuando se disponían a matarla, en su lecho se defendió ella sola gallardamente contra cuatro soldados y dos negros, protegiendo a sus dos pequeños hijos que yacían a su lado. Fue amante esposa de Jerónimo Villegas, valerosos capitán del bando de Diego Centeno. Al ver entrar a su compadre y asesino Francisco de Carvajal con otros a media noche para agarrotarla, les dirigió estas airadas palabras: Y bien, ¿Qué quiere el borrachón a tales horas en mi casa, no estando aquí mi marido?[1].
LA MUJER EN LA COLONIA.- El papel asignado a la mujer en esta primera etapa de la sociedad colonial se restringía a las posibilidades que tenía de relacionarse, legítima o ilegítimamente, con el grupo conquistador. El matrimonio aparecía como aspiración, meta y cause de desarrollo de sus vidas. Y aún, las que habían comenzado como amantes de los señores de guerra, si querían aspirar a un futuro estable, debían casarse igualmente, aunque conformándose con estratos inferiores a la hora de encontrar marido.
Y esto considerando que alguna de ellas, especialmente las que estuvieron desde el principio y que figuran como “de las primeras españolas en la tierra”, fueron personas de verdadero carácter, forjado tras la exposición a tantas contingencias en aquél mundo de guerra y violencia. Este valor se muestra en infinitud de circunstancias: El demostrado por María Calderón, quien vox populi denostaba las tiranías de Carvajal, haciendo caso omiso de las advertencias del susodicho de que “se dejase de aquellas gracias, que ni eran discretas ni provechosas para su salud; habiendo insistido doña María en las acusaciones, Carvajal se presentó en su posada y le pidió que se callara o le daría garrote, a lo que contestó con un “vete con el diablo loco borracho”, palabras que tuvieron como consecuencia que “la colgaran de una ventana que daba a la calle”[2].
FRANCISCO DE CARBAJAL.- Fue un conquistador español. Abandonó sus estudios en Salamanca y se alistó como soldado para combatir en Italia, donde participó en la batalla de Pavía y en el Saco de Roma. Tras regresar a España en 1536, marchó a Perú, donde luchó contra la sublevación de Manco Inca Francisco Pizarro le recompensó por sus servicios con una encomienda en la jurisdicción de Cuzco, y de esta manera quedó ligado a la familia de aquél. Fue conocido por su crueldad, lo que le valió el sobrenombre de «Demonio de Los Andes».
En la guerra entre los partidarios de Almagro y los de Pizarro luchó contra los primeros y reconquistó el Cuzco, pero, desposeído de su encomienda por las
Leyes Nuevas aplicadas en 1542 por el nuevo virrey Blasco Núñez de Vela, se sublevó con el resto de los encomenderos de Cuzco, dirigidos por Gonzalo Pizarro, hermano del conquistador Francisco[3].
Derrotados, el 6 de abril de 1548, los rebeldes en la batalla de Jaquijaguana, por el ejército de Pedro de la Gasca al mando de Pedro de Valdivia, Carvajal fue ejecutado por decapitación junto con Gonzalo Pizarro.
Carvajal, la gran figura, vencedor de Huarina tiene su lado horriblemente sombrío: la crueldad. Difícilmente daba cuartel a los rendidos, y más de trescientas ejecuciones realizó con los desertores o sospechosos de traición. Cuéntase que en el Cuzco, doña María Calderón, esposa de un capitán de las tropas de Centeno, se permitía con mujeril indiscreción tratar a Gonzalo de tirano, y repetía en público que el rey no tardaría en triunfar de los rebeldes.
-Comadrita -le dijo Carvajal en tres distintas ocasiones-, tráguese usted las palabras; porque si no contiene su maldita sin-hueso, la hago matar, como hay Dios, sin que la valga el parentesco espiritual que conmigo tiene.
Luego que vio la inutilidad de la tercera monición, se presentó el maestre en casa de la señora, diciéndola:
-Sepa usted, señora comadre, que vengo a darla garrote; -y después de haber expuesto el cadáver en una ventana, exclamó: “¡Cuerpo de tal, comadre cotorrita, que si usted no escarmienta de ésta, yo no sé lo que me haga!”[4]
LOS DOCUMENTOS: Información de la muerte que dieron a Doña María Calderón mujer del Capitán Jerónimo Villegas que sin proceso alguno mandó ejecutar Francisco de Carvajal Maestre de Campo de Gonzalo Pizarro.
En el interrogatorio que se realiza a los testigos presentados por el Capitán Jerónimo de Villegas, dicen: Testigo Fray Jerónimo de Rivera frayle profeso y ordenado, dice que sabe e vido quel dicho Francisco de Carvajal maestre de campo de Gonzalo Pizarro, fue desde la batalla de Huarina a Arequipa, a prender a la dicha doña María Calderón, e ansí fue y la prendió y la tuvo en su recámara encerrada en su recamara encerrada antes que la truxese, e allí vio este testigo que el dicho maestre de campo la deshonraba y trataba mal de palabra porque decía bien de su majestad e favorecía su partido e iba contra el tirano, e desanimaba su gente, e que sabe e vido que le robó el dicho maestre de campo y sus soldados, las ropas e joyas e baxilla e otras cosas que tenía la dicha señora María, y le truxo presa al Cuzco Diego de Carvajal capitán de Gonzalo Pizarro por mandato del dicho maestre de campo, el qual capitán vido este testigo, trataba mal a la dicha doña María porque iba hablando a favor de su majestad sin ningún temor, e llegado al Cuzco que son sesenta leguas la tomaron en casa del licenciado Martel, y le dio la casa por cárcel y mandó a este testigo que era su paje, fuese a llamar al verdugo Juan Enríquez, y vino. Y Carvajal cabalgó en su mula en amaneciendo una mañana, y con ocho negros alabarderos, y reste testigo con él fueron donde estaba la dicha doña María, y el dicho Carvajal le mandó al verdugo le diese garrote, e oyendo esto la dicha doña María se levantó de la cama y le dixo: pues como señor compadre a mi que soy vuestra comadre me quereys matar, e defendiéndose con las manos dio un bofetón la dicha doña María al dicho verdugo, y estándose defendiendo, el dicho Carvajal mandó a este testigo la tuviese de las manos y este testigo la detuvo de los brazos e allí le dieron garrote, y mandó sin dexalla confesar aunque pedía confesión, y en efecto su muerte fue por ser ella y su marido servidores de su majestad, y muerta que fue la echaron a un repostero porque estaba desnuda porque estaba en la cama con un niño a los pechos dándole de mamar, quando el dicho Carvajal entró a matarla y la cobixo, y Carvajal mandó a este testigo le quitase los zarcillos de la oreja e manillas e anillos, y Carvajal los mandó vender y se vendieron, y la dicha María pedía confesión no queriéndosela dar.
Testigo Melchor del Castillo, agrega que Francisco de Carvajal de Arequipa se fue a la ciudad del Cuzco con todo el tesoro capturado, y se quedó diego de Carvajal en la dicha ciudad de Arequipa para ir con las dichas señoras prisioneras y así se fueron al Cuzco. También agrega que el dicho Carvajal hizo ahorcar a Robles sobrino del capitán Villegas por mostrarse servidor de su majestad y por odio que tenían de la dicha doña María.
Testigo Juana Jiménez, mujer de Francisco de Cifuentes, agrega, que trajeron al Cuzco a María Calderón y otras mujeres de vecinos de Arequipa, y una mañana le mandaron a decir a este testigo que la dicha doña María le avía muerto el maestre de campo Carvajal, y este testigo fue a ella porque posaba pared por medio, y halló a la dicha doña María en camisa que la habían sacado de la cama y con el garrote en el pescuezo de se acababa de ahorcar, y esta testigo se la quitó y vio allí al dicho maestre de campo Carvajal … y esto fue público, e que se sabe que estaba parida a aquella sazón de un niño de un año, y estando muerta se llegaba el niño encima della y le quitaba una negra que le tenía e le daba de mamar[5].
Testigo , Pedro Gonzáles de Prado, sabe que el dicho tirano y sus secuaces quisieron matar a un niño de veinte y dos meses que truxeron preso, hijo de los dichos Jerónimo de Villegas e doña María Calderón su mujer, y lo mataran si no fuera porque les vino nueva quel dicho su padre era muerto en Hacarí y no consentían que ninguno diese al niño ni a su ama cosa alguna para sustentarse, y lo halló el dicho Jerónimo de Villegas, quebrado y para morir, de lo cual dicho niño murió en breve después de aquí llegado. Ello se sabe porque puede aver ocho o diez días que este testigo fue al enterramiento del dicho niño[6].

[1] Carlos B. Vega, Conquistadoras, mujeres heroicas de la Conquista de América pp203.
http://books.google.com.pe/books?id=60n1RxTE94EC&pg=PA203&lpg=PA203&dq=maria+calder%C3%B3n+arequipa&source=web&ots=eBqKdW2y0u&sig=frTmx6PQrt_jGA4kfjk8o8gyVC0&hl=es&sa=X&oi=book_result&resnum=1&ct=result
[2] Juan Marchena Fernández “Los hijos de la guerra: modelo para armar pp 311-420 (352-353). Congreso de historia del descubrimiento (1492-1556) (Actas) tomo III. edit. Real Academia de la Historia, Confederación española de cajas de ahorros, Madrid 1992.
http://books.google.com.pe/books?id=lrSiIV46LCsC&pg=PA353&lpg=PA353&dq=maria+calder%C3%B3n+arequipa&source=web&ots=TQ7P94wYKK&sig=Jmjfveb3Cb9kDEQgUz5pKZ-Hh1A&hl=es&sa=X&oi=book_result&resnum=9&ct=result#PPA353,M1
[3] http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_de_Carvajal
[4] Ricardo Palma, Tradiciones Peruanas, Sexta serie, Noticias secretas sobre el maestre de campo Francisco de Carvajal.
http://es.wikisource.org/wiki/El_Demonio_de_los_Andes
[5] Víctor M. Barriga, “Documentos para la historia de Arequipa” 1535-1580, Tomo III, , Editorial la Colmena SA. Arequipa 1955 pp.318-326
[6] Información de méritos y servicios del Capitán Jerónimo de Villegas ante el licenciado Andrés de Cianca, Justicia Mayor en la ciudad del Cuzco, Charcas, Arequipa y Guamanga. 26 de julio de 1548. EN: Víctor M. Barriga, “Documentos para la historia de Arequipa” 1535-1580, Tomo III, Editorial la Colmena SA. Arequipa 1955, p74