domingo, 12 de octubre de 2008

LAS GUAGUAS DE TODOS SANTOS EN EL IMAGINARIO AREQUIPEÑO


LAS GUAGUAS DE TODOS SANTOS EN EL IMAGINARIO AREQUIPEÑO[1]
Edgar Chalco Pacheco[2]
Es una tradición en Arequipa que durante todo el mes de noviembre se preparen panes dulces –similar a un bizcocho- que tengan la forma de un bebé (en idioma quechua, guagua) como si estuviera envuelto en pañales y no aparezcan los brazos, pero sí la careta -cara pequeña, carita, pero en forma despectiva se dice careta-, cuyo rostro es muy hermoso y el gorro es decorado con florcitas si es mujer y si es hombre un gorro de color entero, los ojos van entre claros y negros las mejillas blanquiñosas, algunas con “chapas” si fueran de la zona del Cusco, serán otras las características si son de Huamanga, Puno . Existen caretas pequeñas, grandes, algunas cargadas de decoraciones etc.
El origen de estas guaguas, se debe al mestizaje de costumbres, de la cultura andina y occidental, los españoles acostumbraban a convidar pan en sus visitas, no se sabe con certeza en qué momento y cuando aparece el pan dulce con rostros humanos, la tradición recuerda que los españoles la hacían para burlarse de los árabes que antes los tenían dominados en un sector, por lo que las burlas era decirle “cara de turco”, estas caretas, se tornan en bonitas en el mundo andino sincretizado, formando parte de la mentalidad de su gente.
La guagua de pan también tiene decoraciones en la superficie y depende de las dimensiones, algunas son rellenadas con dulce, mermelada, manjar, otras son simplemente pan dulce, también hay los de mazapán, otras decoradas con cremas como torta, otras con pastillaje, etc. depende de la panadería y quién lo preparaba como La Lucha, las Américas, La Ibérica entre otras. La variedad de los gustos radica también con las exigencias de los solicitantes y sus condiciones económicas entre más grande sea y con mayores adornos y atuendos es símbolo de prestigio social, no faltarán las guaguas pequeñitas porte de un panecillo, de donde los niños extraen las caretas para jugar.
El juego consiste en una competencia donde el vencedor logró arrebatar a los demás sus caretas, pueden participar dos o más personas que poniéndose de acuerdo trazan una línea y de determinada distancia lanzan una o más caretas, la que esté más cerca de la línea es el que tiene derecho a iniciar el juego, lo que hace es chocolear (entre sus manos que hacen un vacío mezclan sacudiendo las caretas) y luego lanzarlas al aire y esperar la suerte del cara sello, las que caen con la cara hacia arriba son las que obtiene como ganancia y las que van cara abajo son la oportunidad que le toca al otro para realizar la misma operación de chocolear. Se dice que lo han calapichado a quien perdió y lo dejaron sin nada.
Pero las guaguas existen básicamente para bautizarlas. El bautizo de guagua, es una fiesta donde en forma jocosa y parodiando un bautizo verdadero se procede a una ceremonia donde, existen el cura, el papá, la mamá de la guagua, los padres tanto del papá como de la mamá que luego será compadres así como todos los que asistieron a la fiesta en calidad de testigos, El cura es quien conduce la ceremonia de bautizo cuyo ritual va entre bromas, chistes, anécdotas, cuentos y chismes de cómo lo padres hicieron la guagua, en qué lugar, si alguien los vio, echando agua bendita y pronunciando oraciones, maldiciones y bendiciones, etc. Al buscar el nombre que llevará la guagua es el más extravagante y extraño posible, y finalizando el acto se procede a cortar en pedazos pequeños para que alcance y coman todos los presentes en señal de aceptación, para luego culminar con bailes y licor que corresponde a una fiesta.
Esta tradición en los últimos años ha perdido la seriedad del caso, todo se realiza en broma, al cura le colocan cualquier disfraz también a los padres, porque la intención es causar risa, buscar un motivo de diversión, que se convierta en fiesta, otros lo hacen con fines económicos para reunir fondos, negocios, etc.
En la ciudad, la zona urbana de Arequipa, muchos años antes el bautizo de guagua era una ceremonia muy seria y formal, que viene de las costumbres españolas donde se convidan bollos (pan), pasteles y dulces y que en el Perú se convierte en guaguas de pan dulce, la tradición era hacerse compadres de verdad, consistía en una actividad de status social y relaciones de familias, porque los jóvenes que se enamoraban buscaban la forma de que sus familias mediante esta fiesta se conocieran, o tendrían la oportunidad de presentarse en sociedad (ya que dadas las condiciones de la sociedad de antaño era muy difícil que un joven vaya directamente a pedir la mano de su enamorada ante sus futuros suegros).
El hecho de convidar guaguas también se llama “meter la mano”, es decir que ante el obsequio la otra familia está comprometida a hacer fiesta de compadrazgo, mediante la fiesta se abren las puertas de la casa, cuando todos comen la guagua están aceptando el ritual la relación social, diciendo gracias que rico estuvo todo (que sería distinto decir que feo que está la guagua , la fiesta es muy pobre simple), y como el ritual es muy serio la relación de acercamiento de muchos jóvenes terminaba en matrimonio con guaguas de verdad, por lo tanto la fiesta se convierte en un ritual de fecundidad, de fertilidad, ya que también coinciden con las primeras lluvias del día de todos los santos donde los campos secos se mojarán y saldrán los frutos, los hijos de la tierra.


En la campiña de Arequipa, mantiene formas diferentes del ritual de compadrazgo por el bautizo de guaguas, porque la coincidencia con el día de todos los santos simboliza la llegada de las almas a bendecir a los vivos, para ello la población rural arequipeña de ciertas áreas realizan ofrendas especiales para el recibimiento, pues en sus casas arman un toldo, altar que están llenos de ofrendas generalmente comidas que deberán ser consumidas el día dos antes de la puesta del sol, similar situación se repite en el cementerio donde están las tumbas de sus muertos.
Las ofrendas consisten en representar a la madre y padre con guaguas de pan con sus caretas especiales adornadas con flores coronas y hasta las visten con traje especial, luego estas van ha formar el término de una pirámide, que en su contexto y base la forman otras guaguas de pan pequeñas que para el pensamiento andino simboliza la familia, a su entorno productos alimenticios como por ejemplo, la cancha o tostado de maíz y de habas en algunos casos de trigo, comidas como chicharrón, canccacho, mazamorras entre otros. No falta la chicha el vino y el aguardiente, la chicha que va simbolizar saciar la sed de las almas del purgatorio que llegaron a sus pueblos y lugares de ofrenda. El vino para el festejo de los participantes junto con el aguardiente.
El día primero organizan las ofrendas hasta las doce del día en algunos cementerios, y en otros durante la noche, por la creencia que hasta esa hora llegan las almas benditas, las que son recibidas con responsos y oraciones. Todos los altares tienen que ser consumidos en su totalidad hasta antes de retirarse en la noche y el día 2 por la tarde antes de la puesta del sol, los familiares e invitados les que agradecen a los muertos, algunas guaguas son sacadas del escenario ritual y los niños juegan bailan con ellos y son devoradas en el camino, cuando se consume todo el alma está contenta y se va con la puesta del sol, nada es regresado a la casa, todo de acabarse.
Para la zona rural, donde la influencia del mundo andino es muy fuerte intentaremos interpretar a través de su cosmovisión, las momias nos hacen ver que hace muchos años el hombre andino era enterrado en posición fetal (tal como vino a este mundo), para que cuando llegue al otro mundo (al más allá, al manqapacha) vuelva a nacer, pero en el transcurso de ese largo camino, el alma (el espíritu) regresa cada año en todos santos y todos almas, convertido en bebé recién nacido (representado en el pan de guagua) envuelto en sus pañales, y durante tres años consecutivos, y en el último emprende el viaje definitivo por el firmamento hasta encontrara la casa de sus dios hacedor.
Está representado también el ritual de la fecundidad con el inicio del ciclo de las lluvias, donde éstas dan de beber a las almas que están de sed secas y cadavéricas, es decir da vida a la muerte es kuti es transformación de muerte a vida, da vida a los sembríos las chacras que tendrán frutos productos, que son los hijos las guaguas de la mamapacha, cuando se comen las guaguas de todos santos es también el cambio de la vida por muerte y ésta por vida nuevamente, por siempre hasta la eternidad.

EVITE EL PLAGIO, CITAR LA FUENTE:
[1] Publicado EN: Semanario EL BÚHO, Arequipa 10 de noviembre del 2000. pp.10-11
[2] Profesor de la Escuela Profesional de Historia de la UNSA














1 comentario:

arturito dijo...

Todo está bien hasta el momento en que hablas de la tradición de las guaguas en la Arequipa rural o del campo. Eso de ofrendas en los cementerios, toldos en las casas, eso es una total mentira. Yo soy de Sachaca, y nunca he visto ese tipo de tradición. De lo que tú hablas de aquella tradición que se da en la sierra y que ha sido traída a Arequipa por los emigrantes altoandinos.
No mezcles papas con camotes.