domingo, 5 de octubre de 2008

LA HISTORIA DE LAS MENTALIDADES


LA NUEVA HISTORIA: LA HISTORIA DE LAS MENTALIDADES[1]
Edgar Chalco Pacheco[2]
Agradezco infinitamente la oportunidad que se me brinda para tratar un riquísimo y vasto campo en las investigaciones históricas recientes en el país, me refiero a la Historia que trata de las visiones del mundo[3], de la cultura, y modo de pensar que caracteriza a un pueblo, a una generación[4].
LA HISTORIA
Aquellos que se interesaron inicialmente por las mentalidades colectivas fueron Marc, Bloch y Lucien Febvre, atraídos por la psicología colectiva y los fenómenos espirituales en historia, abrieron los accesos de una nueva historia, la de las mentalidades, sin antes dejar de mencionar a sus predecesores como Michelet, Taine, este último cuando evoca la psicología de masas. Luego apreciamos el ensayo de Georges Lefebvre, cuando nos habla del gran miedo de las masas revolucionarias de 1789.
En la primera etapa de la Escuela de los Annales, es importante la obra de Bloch: "Los Reyes Taumaturgos", donde relata los episodios del contacto del mundo de las ideas con las creencias en las cortes de Francia e Inglaterra en la Edad Media. También las obras de Lucien Febvre especialmente "Martín Lutero un destino", y el trabajo sobre el problema de incredulidad en el siglo XVI.
Se considera como progenitores de la historia de las mentalidades a Georges Duby y Rober Mandrou por la mayor precisión en los conceptos en la década de los 50, -tras la muerte de Bloch y Febvre-, Pierre Chaunu[5] la llamó el tercer nivel de la historia, habida cuenta que el primer nivel era ocupado por la historia económica y un segundo nivel conformado por la historia social.
Robert Mandrou ha trabajado ensayos sobre psicología histórica, Georges Duby sobre movimientos sociales, conjuntamente con ellos Jacques Le Goff, Enmanuel Le Roy Ladurie y Jacques Revel conformaron un equipo que dio mayor profundidad a las mentalidades.
El historiador Francés Michel Vovelle, dictó un Seminario sobre historia de las mentalidades en la Universidad de Lima en 1987 y Bemard Lavalle también historiador Francés visitó Arequipa en el mes de julio del presente año, de quienes se pudo actualizar información sobre historia de las mentalidades.
LA TEORIA
Hablar de Historia de las Mentalidades es referirse a la nueva historia, aquella que se afirma como una historia global, total[6] y que reivindica la renovación de todo el campo de la historia, con un ambicioso propósito más allá de toda especialización, donde confluyen los aportes de muchas disciplinas y fusiones entre ellas, como la historia sociológica, la historia psicoanalítica, la historia antropológica, historia económica, historia novela da, etc. Para entendemos hay que delimitar el territorio de la historia de las mentalidades, explicando los componentes de la mentalidad[7]: Lo racional, lo emotivo, lo imaginario, lo inconsciente, la conducta.
Los cuales corresponde a distintos modos de percibir la realidad y de actuar sobre ella, y se entrelazan y superponen unos con otros y se mezclan químicamente.
Dentro del estudio de LO RACIONAL habría que encuadrar la historia cultural e intelectual, de las ideas y de la filosofía, y en el terreno estricto de la historia social la exploración de la conciencia.
Para lo EMOTIVO, se ha esbozado las características de una historia de los sentimientos y de la sensibilidad, adelantando y animando temas como el terror, la muerte y el sentimiento de seguridad.
Por el componente de LO IMAGINARIO, se entiende como el conjunto de las representaciones mentales ante todo reproducciones gráficas, imágenes por medio de las cuales los hombres reconstruyen un mundo interior distanciado de la realidad material que deviene así inventada. La historia de las mentalidades como historia del imaginario que ha tomado en primer lugar de la Antropología métodos para analizar imágenes y símbolos, además de echar manos a la historia del arte y de la literatura y de sus fuentes específicas, se concentra últimamente en el estudio de las representaciones sociales, noción utililizada por los historiadores al calor de su expansión actual de la mano de la psicología social, lo que prueba una renovada alianza entre la historia y la psicología.
Hay un factor psicológico cuya intervención en la historia humana es negada con más fuerza por el historiador positivista, es LO INCONSCIENTE, reticencias que con frecuencia son, paradójicamente inconscientes. Freud, manifiesta la importancia de los procesos mentales que actúan sobre la conducta y escapan a la conciencia. Por otra parte existe una corriente historiográfica norteamericana, la psicohistoria, que promueve el estudio de la historia por medio de categorías psicoanalíticas.
El otro componente, LA CONDUCTA, reacciones orgánicas ante cualquier estímulo, lo que el hombre hace, que incluye lo que dice, es decir, el lenguaje. La convergencia de la Historia de las Mentalidades con todas las disciplinas vecinas más experimentadas en la investigación de la psique humana, nos estimulan a no desdeñar ningún campo de investigación que lo sea de la psicología científica en sus distintas tendencias.
La mentalidad que busca el historiador en la sociedad del pasado, suele ser global, desde cuatro puntos de vista:
1ro. Formas mentales complejas como la memoria, las actitudes, las creencias a los valores.
2do. Mentalidades en función de un tema: tiempo, espacio, naturaleza, trabajo, poder, institución, acontecimiento, revuelta, propiedad, dinero, justicia, igualdad, naturaleza, locura, vida, muerte.
3ro. Mentalidades en función de un sujeto: individuo, estamento, clase, profesión, género, grupo de edad, minoría, nación, civilización.
4to. Mentalidad en función de un período temporal concreto: Las sociedades transcurren lentamente y se configuran en el tiempo.
En cada sociedad existen niveles, y que el historiador al realizar su trabajo transcurre por el tiempo corto centrándose en la historia del acontecimiento, por el tiempo medio de las coyunturas y el tiempo largo de las estructuras[8].
A. Estructuras Mentales.- El estudio de las sociedades en larga duración, nos permite descubrir la existencia de una forma de ser peculiar que anima en cada época a la sociedad; un pensamiento dominante inspira y trasciende en las formas sociales, es posible reconocer en el análisis de las manifestaciones religiosas, artísticas, actitudes ante la vida, la muerte, el trabajo, el dolo, el amor, el más allá. Y cada época elabora una concepción del mundo y de las cosas, esta mentalidad colectiva, se suele identificar con el modo de ser del grupo dominante, que expresa sus ideales y valores. Las estructuras mentales se modifican lentamente, en relación a problemas concretos que los grupos humanos deben resolverse. Un ejemplo de ellos es la concepción del poder absolutista que se trasluce hasta nuestros actuales gobernantes.
B. Las coyunturas mentales.- Expresan los cambios en la sensibilidad, las ideas, las actitudes, valores, etc. Que con un ritmo muy lento se manifiesta en una sociedad e identifican a una época, a una generación. El estudio supone partir de un contexto social, económico, político, para reconstruir el clima colectivo de una sociedad, en un momento dado, a través de expresiones variadas, utilizando pinturas, grabados, etc. Por ejemplo el "Santiago mataterroristas" de la sierra central del Perú en la década pasada.
C. El acontecimiento.- Se sitúa en la duración breve, es el tiempo de la vida cotidiana, de las decisiones, la toma de conciencia, las elecciones personales, es también el tiempo de la vida ordinaria, la vida familiar, tiempo corto político de las intrigas y alianzas, de las negociaciones, fiestas gremiales, etc. Pierre Nora, señalaba, que el acontecimiento es lo maravilloso de las sociedades democráticas, y los medios masivos de comunicación han contribuido a potenciar el interés por ellos a fabricarlos, y de estos se ocupa la mediología. El interés del historiador se concentra en el doble sistema que en él se entre cruza, el sistema formal y el sistema de significación, a un conjunto de significaciones dispersas.
LAS FUENTES Y EL MÉTODO
Las fuentes de la historia de las mentalidades, son todas las fuentes históricas. Incluso la ausencia de fuentes y de datos (lo no dicho, los silencios cargados de significado) deviene en fuente para el estudio de lo mental colectivo, es decir todo lo susceptible de ser útil como testimonio, como vestigio objetivado de la psicología colectiva.
Jacques Le Goff destaca como fuentes priorizables de manera sistemática[9]: en primer lugar; documentos que presentan indicios de sentimientos y comportamientos paroxísticos. En segundo lugar; las hagiografías (vida de santos) que portan datos, que a su vez permiten ver la relación entre las creencias "sobrenaturales" con respecto a la vida cotidiana. En tercer lugar, los documentos que dan cuenta en informaciones judiciales de "procesos", herejes, criminales, y todo tipo de marginales, básicamente proveniente de poderes inquisitoriales o represivos. Es decir desde documentos escritos funerarios, indumentarias, atavíos, iconografías, muestras pictóricas, monumentos, decorados, conventos, etc.
Asimismo son de primer orden, el "utillaje" mental colectivo como son por ejemplo: vocabularios, sintaxis, los lugares comunes, los cuadros lógicos y las concepciones de espacio y tiempo, aquí la Lingüística y la semiótica deben intervenir en ayuda del historiador de mentalidades.
Hay ciertos modelos que en sus manifestaciones externas se constituyen en símbolos que reflejan a su vez ciertas manifestaciones de psicología colectiva, por ejemplo, monasterios, palacios, escuelas, tabernas, cárceles u hospitales, podemos considerar, gustos, modas, estilos, indumentarias, formas de escritura, la vida cotidiana, etc.
La interdisciplinaridad de la historia de las mentalidades, en una historia global, implican los aportes metodológicos de la etnología, la sociología, la psicología, la antropología, la dialéctica, la demografía, la lingüística, la economía, el derecho, la política etc.
Los historiadores tenemos el mandato original -vicio personal muchas veces- de descubrir cuáles y cómo son las relaciones del hombre con sus iguales y con el mundo circundante. Estas relaciones cabalgan en móviles muchas veces idénticos por décadas y generaciones, cuando lo descubrimos estamos en presencia de una de las principales variables en historia de las mentalidades, el tiempo, bastante compleja, debe desglosarla en una gama infinita de posibilidades, el tiempo largo y el tiempo corto, individuo y multitud, hecho singular y hecho plural, tiempo normal, tiempo mítico y tiempo de crisis, consistencia de ideas y de las instituciones, etc.
Un problema nacional.- En aquellos países en vías de desarrollo, no es extraño enterarse de la falta de solidez en sus instituciones, pero si existe un piadoso culto a la personalidad. En nuestro país tenemos los caudillos revolucionarios de fines del siglo XVIII, los caudillos militaristas del siglo XIX, líderes de masas de comienzos del siglo XX, pareciera que nuestra sociedad clamara en unción mesiánica, alguien que lo libere de sus angustias.
Algunos consiguieron utilizar esta mentalidad peruana para consolidarse en un líder y "político tradicional" y para alcanzar ello, desprestigió a las instituciones del Estado, cerrando el Congreso y "reformando" el Poder Judicial, con la farsa y la mentira desprestigió a los partidos políticos de masas, se cambiaron instituciones de base, se intervinieron universidades, reinó la desunión, el egoísmo, y una crisis generalizada.
Todo puede ocurrir en un país, donde arriba hay una concentración del poder muy grande, como nunca se ha visto en el Perú. Una coalición de empresarios, banqueros, militares, medios de comunicación, el Opus Dei y organismos multilaterales"[10] donde se buscó la personificación del poder, al estilo medieval, donde rondan las ideas del uso y abuso, cometiéndose atrocidades. En el siglo XV Maquiavelo maduraba las ideas de su obra "El Príncipe", en un párrafo dice: "más fácil olvidan los hombres la muerte de su padre, que la pérdida de su patrimonio"[11]. Así ocurrió en el caso de los Barrios Altos en Lima, algunos deudos se les indemnizó, para que dejen de protestar en las calles clamando justicia, y el asunto quedó postergado y en el recuerdo.
En la década violenta y sangrienta del Perú renacieron mitos, como el sincretismo radical de aquel insólito Santiago Matamoros, trasladado por los españoles como un Santiago Mataindios y en la década pasada convertido en Santiago Mataterroristas[12], en la que las fuerzas armadas que son las del bien, están con Dios y Santiago, y estas vencerían a las fuerzas del mal al supay, diablo, el demonio, o sea los terroristas, muy difundido en las comunidades campesinas de la sierra central del país.
Algunas frasecitas del gobierno de turno, como, "privatizar es desarrollar" y que el Perú se convertirá en el "tigre de América" honradez, tecnología y trabajo, "el mejor presidente del siglo", "Fujimori salvará al Perú"[13], son falacias que se las llevará el viento, el poder se desgasta. Los que en otrora fueron personas del círculo de poder, con mucha simpatía del público ya lo perdieron, ellos mismos van sembrando su destrucción, modificando la Constitución Política que fabricaron, seguramente que la población lentamente cambiara de parecer con relación al personaje que piensa reelegirse indefinidamente. Nuestros lonccos de antaño calificaban estos hechos con un eufemismo “quien siembra vientos cosecha tempestades”, pero a fin de cuentas, “no hay mal que dure cien años, ni presidente que lo regente”.
LA HISTORIA DE LAS MENTALIDADES EN EL SIGLO XXI
La historia de las mentalidades no debe encerarse en un nuevo "corte epistemológico" sino buscar la pluridisciplinaridad, es decir, el aporte de las ciencias más a fines como la antropología, la Sociología, la Psicología, la Literatura, etc.
La historia de las mentalidades en el siglo XXI se convierte en uno de los contribuyentes fundamentales de la Mediología, y, ¿Qué es la mediología? Es una disciplina que tendría por objeto las funciones sociales superiores (la religión, la política, la ideología, las mentalidades), en sus relaciones con las estructuras técnicas de transmisión de la información[14]. La mediología no se limita entonces únicamente a sus soportes, los medios de comunicación, lo que interesa es la eficacia simbólica: cómo en una sociedad, los símbolos -palabras, escritos, figuras- llegan a producir efectos concretos convirtiéndose en fuerzas materiales.
La comunicación en su sentido moderno es una respuesta particular tardía a una pregunta más compacta y permanente; la mediación. El dominio de la mediología son todas las interacciones entre técnica y cultura, incluso las más tenues como el papel periódico, la onda Hertziana, pero también las redes de transportes, los organigramas de las iglesias y los partidos políticos, etc.
Entre los vecinos que contribuyen a la mediología, mencionaremos: La Semiótica, aunque ésta hace abstracciones de los soportes materiales y de las discontinuidades históricas y no se interesa en el poder, sino en el significado de los signos. La Sociología, que toma en cuenta los medios de recepción de las ideas y las imágenes, pero rechaza el acontecimiento técnico y el peso de los aparatos tecnológicos. El vecino más próximo es la historia de las mentalidades, ya que no se puede analizar un problema sin interesarse en el periodo en el cual se inscribe. La mediología se construye a partir de la multitud de trabajos empíricos, centrados sobre los materiales de la cultura.
En los últimos años en Europa, -decía Bernard Lavalle en su visita a esta ciudad en el mes de julio del presente año, se ha hecho una moda el análisis de textos literarios, mediante la semiótica, y hay un estilo peculiar de escribir, como una historia novelada, muy asequible y fácil de entender, dejando de lado los tecnicismos eruditos. Teodoro Hampe, corroboró estas apreciaciones.
La moda de la "globalización" y de términos como "economía mundial motivan a una revisión de la historia como ciencia, porque la historia existirá por siempre, estará presente, mientras exista la humanidad.

CITAR LA FUENTE:
[1] Publicado EN: REVISTA DE CIENCIAS. SOCIALES Nº1, UNSA. Fac. Cs. H. Sociales, Arequipa, Perú Nov.1996. pp.54-63
[2] Profesor de la Escuela Profesional de Historia Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, Perú
[3] VOVELLE, MICHEL "Aproximación a la Historia de la Mentali­dades Colectivas" CUADERNOS DE HISTORIA. No. XII Univer­sidad de Lima, pp. 10 1991
[4] MELLAFE, ROLANDO "Historia de la Mentalidades una Nueva Alternativa" CUADERNOS DE HISTORIA, No. 2 Universidad de Chile, Santiago, pp. 97 1982
[5] TAMAYO HERRERA, JOSE "La muerte en Lima 1780-1990" CUADERNOS DE HISTORIA No. XV Universidad de Lima, pp.4 1992
[6] LE GOFF, JACQUES "La Nueva Historia" En Enciclopedia del Saber Moderno pp 265.
[7] BARROS, CARLOS "Historia de las Mentalidades, posibilidades actuales" En: revista" Problemas actuales de historia. Universidad de Salamanca pp 49 1993
[8] CALDERON ANDREU, GLADYS "Tiempo historia y Sociedad" Serie Ensayos No. 4 Universidad de Lima pp 41. 1993
[9] MOLlNARI A. TlRSO "Pautas para la aproximación a una historia de las Mentalidades" pp. 21
[10] COTLER, JULIO "Fujimori Político Impermeable". Revista CARE TAS 27-04-96 pp.81
[11] MAQUIA VELO, NICOLAS "El Príncipe".
[12] BUNTlNX, GUSTAVO "Entre la Tierra y el Mundo". Suplemento La República 25-02-96
[13] LA REPUBLlCA Suplemento 06-10-96
[14] DEBRAY, REGIS "La Mediología, Una Disciplina del siglo XXI" Suplemento La República 02-04-95


1 comentario:

Rodrigo de Luz dijo...

Estimado Edgar, el Licenciado Luis de Luz, procedía de Granada, concretamente de La Alhambra, dónde toda su familia había gozado de la hidalguía desde la conquista de dicho reino. Allí fueron escuderos y capitanes de artillería al servicio de los Condes de Tendilla. O sea que no es que fuera Grande de España, pero sí que gozó, como hidalgo, de los privilegios de la nobleza.

Enhorabuena por tu trabajo, ya que aquí andamos todavía empezando a estudiar nuestra historia común.

Un cordial saludo,

Rodrigo de Luz