martes, 14 de octubre de 2008

PRETENSIONES Y LUCHAS INTERNAS PARA LA CREACIÓN DE UNA AUDIENCIA EN EL SUR DEL VIRREINATO PERUANO SIGLO XVI


PRETENSIONES Y LUCHAS INTERNAS PARA LA CREACIÓN DE UNA AUDIENCIA EN EL SUR DEL VIRREINATO PERUANO SIGLO XVI[1]
Lic. Edgar Chalco Pacheco[2]
El estudio trata de la problemática de las tensiones internas en el Cabildo Colonial, la votación entendida como instrumento para introducir cortes y divisiones en la continuidad de la historia. Dicho instrumento es aplicado al caso de la dominación española por una primera generación de encomenderos. Haciendo un análisis institucional del Cabildo en el siglo XVI se observan diversos factores de carácter económico, político y social. Dentro de este proceso se ubican momentos de cambios y transformaciones que marcan un hecho fundamental en la evolución de las instituciones, permitiendo observar con nuevo sentido la historia regional en el Perú colonial. Así de entre los españoles llegados al Perú, hubo un grupo bien definido de conquistadores, “formaron así una aristocracia especial dentro del conjunto de españoles de la primera hora”(Lockhart:1982) (Pease:1992:268)
En nuestra ciudad la conjunción oportuna de conquistador-encomendero, integró una elite local, quienes en calidad de vecinos, tenían las puertas abiertas para ingresar al gobierno municipal de la ciudad, convirtiéndolo al Cabildo en un instrumento de su exclusividad, donde los acuerdos mostraban un marcado favoritismo personal y de grupo, dejando a la gran mayoría de la población marginados, no sólo de obtener mercedes, si no también de alcanzar un lugar en el seno del Cabildo. En forma sintética Julio Alemparte nos manifiesta; “que los grupos dominantes, primero los grandes capitanes y sus bandas, y después los encomenderos feudatarios, señores de campos y ciudades, eran de hecho los verdaderos dueños de América, y que las leyes reales sólo se cumplían en cuanto no afectaban sus intereses fundamentales”(Alemparte:1940:310).
El desarrollo de esta parte del trabajo, muestra la “lucha de intereses”, institucionalmente entre las elites locales y el Estado español en las indias, quienes se enfrentan con sus opiniones y gestiones para tener el control del Gobierno local y regional, sobre todo el interés por crear una Audiencia en el espacio sur del virreinato peruano.
1.- PRETENSIONES POR UNA AUDIENCIA
Los acontecimientos políticos y militares que movieron a la población de la ciudad de Arequipa, reforzaron la importancia que tenía esta capital de Corregimiento, en base a su ubicación geográfica, a su relación con las demás ciudades del virreinato, conformando un circuito comercial con las ciudades del Cuzco, La Paz y Potosí, estos intereses fueron movidos por un grupo de encomenderos, liderados por Luque, de La Torre, Cornejo, que controlaban la ciudad y la región, ellos se encontraban en el auge del poder local defendiendo la autonomía del Cabildo con la jurisdicción amplia en todo el Corregimiento, y en lo posible recurrieron a las instancias apropiadas para intentar crear una Audiencia en el Sur del virreinato peruano.
Durante dos décadas hasta el año 1563, se produjeron deliberaciones en la Capital del virreinato la audiencia de la ciudad de Los Reyes, donde los Oidores dieron sus pareceres y determinaron que se cree una Audiencia en Charcas, lo que faltaba era precisar la sede como ciudad Capital. Los vecinos Charqueños y Arequipeños mediante sus procuradores contactaban con los oidores de Lima, para que defiendan sus planteamientos e intenciones y ser considerados capital de audiencia. Arequipa contaba con uno de los integrantes del grupo de poder local Marcos Retamozo, que contrajo matrimonio con Francisca de Vergara sobrina de Catalina de Vergara, ésta última mujer del Dr. Lizón de Tejada Oidor de la Audiencia de Los Reyes, y por intermedio de él se hacía y presentaban las peticiones.
Las razones expuestas para que Arequipa sea la Capital de la Audiencia de Charcas, las mencionamos en el siguiente orden:
Aspecto Geopolítico.- La ubicación de la ciudad de Arequipa al pie de la Cordillera de los Andes, con muchos valles costeños ubicados desde Acarí hasta el río Loa, con “puertos activos de Chule, Aranta, Quilca, y Arica”(Málaga:1988:1-3), con muchos valles interandinos, ciudad de buen clima, donde confluyen la cercanía al control de las encomiendas por sus posesionarios, lugar de paso obligatorio para abastecer a las personas que se dirigen al Cusco, La Paz, Potosí, La Plata así como a Chile, fue por ello que en una carta que el Licenciado Matienzo dirige a su Majestad el 17 de abril de 1561, opina respecto a la jurisdicción de la Audiencia, entre otras cosas manifiesta:
“Por la cual parece que para buen gobierno de este reyno bastaría que en el obiere una Audiencia, en que oviere seis oidores y un presidente letrado que tuviere voto en todos los negocios como oidor, la cual residiere en Arequipa, que es puerto de mar, a lo menos está muy cerca de él, por estar en medio del Perú y Chile, adó podían venir todos los de Chile y Tucumán muy fácilmente y los de esta ciudad(Lima) y Truxillo por mar y los de Cuzco y Huamanga y los Charcas por tierra, y en Panamá oviere otra Audiencia,”(Maurtua:1906:50).
Arequipa otrora escenario de acontecimientos políticos militares, con la rebelión de Gonzalo Pizarro y Hernández Girón, dio lugar a que el Licenciado Matienzo agregara en su carta:
“De residir audiencia en Arequipa se seguirían muchos provechos; el uno que por estarle Cuzco tan cerca de ella no se osarían levantar, como hasta aquí lo han hecho siempre, por estar como ha estado tan lejos de esta ciudad, de donde no les ha podido tan presto venir estorbo para sus ruines propósitos, como les venía desde Arequipa, que está más a mano; lo segundo no tener que pagar 40 mil pesos de salario al Virrey 62 mil pesos a los Comisarios y otros gastos”(Maurtua:1906:51-52).
Por su parte el Licenciado Ravanuel (Rabanal) también a favor de Arequipa, en una carta dirigida a su majestad el 8 de octubre de 1561, sobre el asiento de la Audiencia de Charcas y otros asuntos, decía lo siguiente:
“El asiento de esta Audiencia en esta ciudad (La Plata), solo tiene por inconveniente que Chile no puede venir a ella con tanta facilidad como a Arequipa, y para aquella provincia estaría muy bien que se mudase a la cibdad de Arequipa el asiento de la Audiencia, porque aunque esta ciudad se puede ir a Chile por tierra, no siempre, porque en algún tiempo del año , como 4 meses no se puede ir a causa de las muchas nieves”(Maurtua:1906:63-64).
Las conveniencias de diversa índole para que se designe la capital de la Audiencia en la ciudad de Arequipa se observa con mayor claridad en las apreciaciones del Licenciado Pedro Ramírez en una carta dirigida a su majestad el 15 de diciembre de 1561, donde expresa su parecer y dice:
“La parte más acomodada para asentar esta audiencia y para que tenga el distrito que conviene a su proporción y más fácil y apacible, así para los pueblos de españoles, como de los naturales, es Arequipa, que tiene al Cuzco a 60 leguas, Guamanga otras tantas, la ciudad de La Paz 70, los Charcas y Potosí están a 150 leguas pero muy buen camino y muy tratado caminase todo el año, de Chile vienen en 15 días por mar y vuelven en 20 o 30, Tucumán es lo más lejos pero es más cerca que a Lima casi 200 leguas, y lo mismo que tiene poblado Núflo de Chávez y Manso. Quédale a Lima hasta Quito y Tierra Firme, que es mucha tierra y muy poblada”(Maurtua:1906:84).
Aspecto Administrativo, Judicial.- Se plantea que por la ubicación geográfica de Arequipa, tendría mayor control administrativo, judicial y político sobre sus provincias, y en la carta del Licenciado Matienzo se indica:
“En la ciudad de Arequipa avían de residir siempre cuatro Oidores y el Presidente, los cuales para autoridad de la audiencia avían de tener 12 alabarderos, que los acompañasen para ser mejor guardados, temidos y obedecidos, y para si fuere necesario prender alguno que los quisiere resistir y no sería esto más costa que la que ahora hay pues para el Virrey hay 20 Alabarderos.” (Maurtua:1906:51).
Aspecto Socio-económico.- Debemos manifestar que hubieron vecinos de la ciudad de La Plata que vinieron avecindarse a la ciudad de Arequipa, como el Sr. Lorenzo de Aldana(AMA:LAC:02:145), y viceversa muchos de Arequipa fueron a residir en La Plata y Potosí o tenían sus mayordomos, como el caso de Francisco de Almonte, resulta muy claro que los interesados en esta Capital, son los encomenderos que tienen el poder económico de la región y los mercaderes que también serían beneficiados, pues al final alguno de los primeros podría constituirse en oidor, por ello que hasta el último se lucha para que la sede de capital corresponda a Arequipa. El parecer de uno de los oidores de Lima, el Dr. Bravo de Saravia dice lo siguiente:
“Paréceme bien que estaría bien asentada en Arequipa, por ser en comarca para los negocios de arriba, con el distrito del Nuevo Toledo, y las gobernaciones de Chile y Tucumán…”(Maurtua:1906:36).
Los comerciantes conducían la producción de los valles Arequipeños para abastecer el mercado del asiento minero de Potosí y los distritos de Charcas, entre los productos tenemos; vino, aguardiente, vinagre, ganado, trigo, frutas secas, ají seco, pescado seco etc., así como mercaderías llegadas de Castilla y México, utilizaban la ruta que “salía de la pampa de Miraflores con dirección a Chiguata, a Chucuito, luego a Chuquiavo, Potosí hasta La Plata; otra que salía de Yanahuara, a Cayma, a Cañahuas, Collaguas a Puno y Cuzco”(MALAGA:1988:03). A su regreso traían mercaderías de la tierra y mineral con dirección a Lima utilizando las rutas a la mar una “parte de Antiquilla, Vitor, Quilca y Aranta; la otra sale de la Ranchería, la Palma, Socabaya, Linga, Tambo e Ilo”(Loc. Cit.).
Pero a pesar de todas estas pretensiones aparecen posturas a favor de La Plata para que sea la sede de la Capital de la Audiencia de Charcas, el Dr. Bravo de Saravia en su carta, también manifiesta:
“En lo que toca a la ciudad de Arequipa debe ser distrito de la Chancillería de la ciudad de La Plata porque les provechoso y necesario, para los vecinos porque los indios que le sirven a esa ciudad, envían y tienen sus contrataciones en el dicho asiento de Potosí, negocian ropa y ganados, los mercaderes tienen sus tratos y granjerías sus haciendas y allí van a tratar sobre sus pleytos, allí suceden la mayor parte de los repartimientos que sirven a la ciudad de Arequipa…”(Maurtua:1906:36-38).
En adelante muchos oidores mostraron su entero favorecimiento para que la capital de la audiencia sea La Plata, creemos que también fue la participación de los encomenderos de las Minas de Potosí, quienes presionaron en Lima, para que se de esta disposición a favor de esa región, pues así lo expresan los charqueños diciendo “desde el primer momento, cuando los oidores sólo pensaban en Arequipa, encontramos voces de agradecimiento, por lo que aparece como una aspiración social”(Barnadas:1973:520).
La presión del poder económico de los vecinos e Charcas, pretendían una amplia jurisdicción incluyendo para esa audiencia Cuzco, Arequipa, Buenos Aires, entre otras ciudades, y en 1561 manifiestan que la población de Arequipa se halla dividida, “los mercaderes prefieren concertarse con Lima, centro de aprovisionamiento; los encomenderos con Charcas. A esto añaden los oidores una razón de tipo político: Arequipa es la llave de Potosí”(Barnadas:1973:527).
La necesidad de la salida al mar fue planteada por los charqueños, en una carta enviada a su majestad el 22 de octubre de 1561, donde se da cuenta de su fundación además se pide y argumenta la inclusión de Arequipa porque:
“también es sierra por estar al pie de ella y del mismo temple de esta provincia y es más cerca de esta ciudad que la de Lima… y se debe dar Arequipa por distrito de esta Audiencia por tener tan buen puerto para enviar despachos de plata a V.M. y para poder mandar a los mercaderes que de allí provee estos asientos de minas y todas esas provincias, de ropa y comida a los arrieros que llevan la plata y traen las mercaderías, es cosa para este efecto tan necesaria que en ninguna manera pueda aver Audiencia sino se les da por distrito ese puerto”(Maurtua:1906:70-71).
Estas pretensiones geopolíticas, no tuvieron éxito, al parecer los oidores de Lima sólo aceptaron se les diese para Charcas el puerto de Arica y el espacio de Tarapacá bajo condiciones y en forma muy limitada, pero los gestores de esa audiencia no aceptaron tal decisión, aduciendo lo siguiente; “de que sirve preguntar, que Arica y Tarapacá entren en su distrito si dependen de Arequipa, que fuera del mismo”(Barnadas:1973:532). Como puede notarse, las pretensiones eran sobre toda la provincia de Arequipa (corregimiento), pero al final perdieron su oportunidad de controlar aquella salida al mar por una distancia más corta (Arica), porque a fin de cuentas Arequipa siguió perteneciendo al centralismo de Lima. A pesar de las atribuciones de una Audiencia ésta fue dependiente porque “Charcas siempre fue controlado por el centralismo limeño, quitándole las atribuciones políticas, quedando subordinadas con facultades en asuntos administrativos, de Hacienda y Justicia” (Hampe:1988:69-79).
El control de los municipios por parte del Estado centralista para fines del siglos XVI es casi absoluta, por ello que Clarence Haring manifiesta “que el Cabildo como institución, fue uno de los pocos que poseían bien que en escasa medida una autonomía”(Haring:1972:164). Primeramente el Estado toma medidas interviniendo con sus Oficiales Reales el ramo de Hacienda para que tomen decisiones políticas en el seno del Cabildo. Por otro lado si bien se crean los corregimientos de indios, cuya principal intención es debilitar a la aristocracia local, quitándoles a los encomenderos el privilegio que tenían de recoger el tributo, posteriormente la jurisdicción de la ciudad es restringida en sus atribuciones administrativas y de justicia a seis leguas a la redonda, quedando facultado para toda la provincia solamente el Corregidor de Españoles.
La creación de esta institución como el corregimiento de indios de control provincial, a la postre traería enfrentamientos y discrepancias con el corregidor de españoles, si bien la legislación de indias atribuye al Corregidor de españoles, que residía en la ciudad, mayor jerarquía que los corregidores de indios, estos últimos no obedecen los requerimientos de los primeros, por ejemplo, después del terremoto de 1582 ocurrido en Arequipa, el Corregidor de indios de Collaguas demora mucho tiempo para enviar los nativos para la reconstrucción de la ciudad. La intención de los corregidores de indios es mantener la mano de obra indígena para sus empresas económicas y tener mayores tributarios,(Pease:1992:236).
En lo político existía el precepto de que los Corregidores de Indios deberían de obedecer las disposiciones del Corregidor de Españoles, en este caso de Arequipa; pero como lo manifiesta Lohmann Villena, es difícil establecer estas jurisdicciones, y la obediencia que prestaban, sólo se limitaban a situaciones de problemas coyunturales que les era favorable de alguna manera, Estos corregidores de indios además creían ser “autónomos” debido a que sus informes y rendición de cuentas de su gestión la realizaban a la Audiencia de Lima, pero más que el principio de autoridad primaba el interés personal, ya que al sentirse amenazados por la presencia de los ingleses en las costas de Chule y Arica, solicitaban la ayuda al Corregidor de españoles que residía en Arequipa capital de toda la provincia.
La Corona al aplicar sus medidas para fortalecer el Estado, debió realizar muchos gastos en las reformas aplicadas después de 1565, teniendo que pagar salarios a una gran cantidad de funcionarios en todas sus colonias, a esto se agrega los gastos suntuarios de la corte española y de sus viajes y fiestas en Europa, así como “sus deudas a los banqueros alemanes”(Volodia:1962:249) (De La Puente Brunke:1988:189).
2.- ASEDIO DE PIRATAS EN LAS COSTAS DEL SUR DEL VIRREINATO
La corona española los años de 1591-92 procedió a vender al mejor postor todos los cargos y oficios públicos, con la finalidad de reunir los fondos necesarios y pagar la armada que mandó construir para defender a sus colonias del asedio de las potencias holandesa e inglesa, pero esto no evitaría la presencia de piratas quienes pasaron por las costas de Arica, Ylo, Chule, Arantas, Quilca, causando alboroto a la ciudad de Arequipa capital de toda esa provincia. El corregidor de españoles Licenciado Diego Lazarte de Molina en sesión de cabildo del 26 de setiembre de 1590, como justicia mayor, autoridad política y militar de Arequipa “mostró una carta que le envió el Corregidor de Arica en que dice hay nueva de ingleses, Al tiempo questa estuvo, el dho, un chasqui de Chile trae una de que en aquél reyno en diferentes partes ser han visto tres navíos de ingleses, unas vezes a la vela y otras mar altraves arbol seco, los quean dado esta nueva aunque y an sido muchos y en muchas partes por lo que ami me escriben no hay ninguno dellos que sea español. Despacho que vino para su excelencia. El Corregidor dixo que intervenía y había proveído un auto al virrey, y a la vez poner los medios conducentes de resistir al enemigo y se pregone. Que se envíe a Diego de Santillán Corregidor de Chule pa` que vaya a guardar su puerto”(AMA:LAC:06:73v-74).
Los Ingleses “visitaban” estas costas reiteradamente, es así que el Corregidor de la ciudad Diego Tebes Brito en sesión de Cabildo del 30 de abril de 1594 presenta el nombramiento, “como Teniente de Corregidor a Juan Ramírez Zegarra, al puerto de Quilca donde se esperaban yngleses”(AMA:LAC:07:33V). Luego en sesión del Cabildo del 27 de mayo de 1594 “se vio una carta del Corregidor y Oficiales Reales del puerto de Arica en que avisaron de la nueva de los navíos de yngleses que an entrado en esta mar del sur y acordose que sele responda a ella”(AMA:LAC:07:35). Otra nota de mayor alarma es la que se produce el 10 de diciembre de 1596, donde se vio en Cabildo una carta del señor virrey “en que avisa que hay noticias, viene a esta mar del sur una escuadra inglesa con el designio de robar y saquear. Encarga la vigilancia de los puertos y que se le avise cuanto ocurra. Y se acordó se apregone para los que tienen ropos(sic) en el puerto de Chule los retiren dentro de veinte días y pongan centinelas”(AMA:LAC:07:176).
La presencia continua de ingleses por estas zonas, ponen en apuros a autoridades y población en general quienes tienen que prepararse para un posible asalto, esto se puede apreciar en la sesión de Cabildo del 2 de junio de 1594 donde se da cuenta de una carta del virrey, “en que da noticia, de entrar en estos mares un Corsario Inglés y otros que se anotan. El Virrey manda al Corregidor y Cabildo guarden los puertos y caletas den la mayor vigilancia. Da parte como dentro de veinte y cinco días saldrá tres Galeones en busca del enemigo y encarga se le de pronto aviso de quanto ocurra. Dize que ha tenido noticia que el navío del enemigo haze mucho agua y que será preciso tomar algún puerto o bahía para carenarlo(sic). Y que los puertos tengan prevención de botijas de agua llena para nuestros potajes. Se hizo cabildo abierto para tomar determinación”(AMA:LAC:07:38-38v).
De muchas maneras la población de los puertos y de las ciudades cercanas busca la forma de hacer defensa frente a alguna invasión, por ello se acordó en sesión de Cabildo del 28 de marzo de 1596 “que don Luis de León corregidor del puerto de Chule vaya a poner un cobro las mercaderías y cosas que hay en el puerto de Chule y que los vezinos feudatarios le den ocho hombres que vayan con el cada uno el suyo y porquellos vecinos son muchos. El Alférez Real don Juan de la Torre, pidió se llame a esta ciudad a los vecinos feudatarios para que cumplan con las obligaciones de su cargo y que se le de y entregue la pólvora y municiones que hubiere por si fuese necesario, se mandó”(AMA:LAC:07:138-138v).
La algarabía de la población en las ciudades es también grande, cuando comparten y celebran los triunfos de sus tropas y escuadras, así en sesión de Cabildo del 12 de octubre de 1594 se ha visto una carta del Virrey “en que da noticia a este Cabildo de la victoria que el sr. don Beltrán de Castro tuvo del ynglés corsario que entró en el estrecho de Magallanes y robó esta mar con los nuevos escriptos en molde de todo el suceso de la victoria. Y el corregidor mando juntar a cabildo abierto a la gente y vecinos del pueblo y estando juntos en el dho cabildo servido las dhas nuevas que se les dio a entender y todos fueron juntos a la iglesia mayor y dieron gracias a nuestro señor por la buena nueva y vitoria y dixeron una misa cantada con gran solenidad y luego volvieron al dho cabildo y tornaron a tratar de lo que se debe hazer y acordaron que esta noche haya alegrías y luminarias por las calles y salga la gente con hachas y máscara al regocijo y que se haga fiestas de toros y juegos de arrias para de aquí a veinte días”(AMA:LAC:07:49v).
Estos hechos hacen ver el poder centralizado de la corona, quien por una parte controló a las elites locales de la primera generación, limitándoles autoridad política en la ciudad y la Provincia, pero lo que no disminuyó es el poder económico, menos el status social alcanzado por las familias de las elites que controlaban el poder local así como sus descendientes, quienes se adecuan a los cambios políticos del Estado, buscando siempre su participación continua como autoridades locales y provinciales. En este control aplicado “el Estado desempeña a cabalidad su papel de instrumento político de dominación y control al servicio de los grupos dominantes, entre los cuales él mismo destacó un sector hegemónico”(Tord y Lazo:1981:13).
Por estas ambigüedades de control de unos grupos y favoritismo para otros, Carlos Malamud en su trabajo acerca del “Estado Colonial” se pregunta ¿cuáles son las clases dirigentes que utilizan el aparato del Estado en su provecho?, y ¿cuál es el papel dejado a la corona y a los grupos de presión metropolitanos?. Al respecto manifiesta “se trata de una burocracia en crecimiento para controlar a las “Oligarquías” locales, esto no quiere decir que los segundos carecieran de capacidad de presión, porque aquí no se trata simplemente de un sistema de administración y burocracia, sino una compleja fuerza de intereses locales, municipales, regionales, virreinales, extravirreinales, y el Estado español en América a través de una burocracia colonial, tiene la difícil tarea de coexistir en un difícil equilibrio con las oligarquías locales, que controlan numerosos resortes de la sociedad colonial, pero también con los grupos indígenas”(Malamud:1991:121-127).
Esta coexistencia mencionada por Malamud se presenta a fines del siglo XVI, las familias de elite local ingresan a ocupar cargos burocráticos, así tenemos por ejemplo, que Hernando de Almonte se desempeño como contador de Hacienda; la familia Luque se desempeñaba como escribanos públicos y de Cabildo, así también otros hijos ingresaron a formar parte del clero; Los hijos de Hernando de La Torre desempeñan similares cargos, Juan de La Torre y Padilla es Alférez general, Hernando de la Torre y Padilla es Tesorero de Hacienda en 1608 reemplazado por su cuñado Juan de Ochoa Olazábal y Arteaga que también fue Tesorero en 1599.
Por su lado el grupo de funcionarios, otrora opositores de la elite local, contraen matrimonio con viudas de encomenderos, así ocurrió con el Corregidor Licenciado Gómez Hernández quien se casó con la viuda Violante de La Cerda; el Tesorero Antonio de Llanos casó con la viuda María Cermeña. También se presenta casos de los hijos, como Diego de Paz Origüela hijo del Contador Rodrigo de Origüela se casa con Lucía de La Torre hija de Hernando de La Torre muchas veces Alcalde, etc. Como se puede apreciar es una nueva modalidad de perdurar la elite local, por ello Magnus Mörner nos dice “sin embargo como el caso de la nobleza, logró prevenir a largo plazo, la formación de un grupo hereditario privilegiado que habría podido amenazar la autoridad de la burocracia colonial del monarca”(Mörner:1980:12).
De esta manera con mucho acierto Franklin Pease manifiesta que “la actividad de los sectores dirigentes se encaminó a encasillarse a la propia administración, esto ocurrió con españoles y criollos en un largo proceso que a fin de cuentas relativisó la autonomía de la propia burocracia haciendo menor su poder real, mediatizado por la presencia y constante intervención de las familias de antiguo linaje o prestigio reconocido, cuyas hijas se casaban muchas veces con los altos dignatarios u otros funcionarios venidos de España. Sin embargo si la independencia y el poder de la burocracia fueron afectados y mediatizados de esta manera, no se modificó su criterio originalmente centralista y quizás sólo ello dio la conocida imagen de un Estado fuerte en la colonia. En realidad el Estado colonial sólo .demostró su fuerza en ocasiones que quisieron hacer un Estado dentro del Estado”(Pease:1992:271). Es decir cuando el problema político es general y afecta a toda la población, y no cuando se trataba de intereses personales y de grupo. Finalmente podemos sintetizar este proceso como el tránsito de la Sociedad de Encomenderos a la sociedad Burocrática.
FUENTES
(AMA) Archivo Municipal de Arequipa
(LAC) Libros de Actas de Cabildo. Nºs. 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
(ARAR) Archivo Regional de Arequipa
Sección Expedientes Protocolizados (Escribanos Públicos) Nº. 1,2,3.
Sección Histórica, Corregimiento, Causas Civiles y Criminales
Cabildo Administrativo
(AAA) Archivo Arzobispal de Arequipa
Expediente del Escribano Gaspar Hernández
BIBLIOGRAFÍA
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EVITE EL PLAGIO, CITAR LA FUENTE:
[1] Publicado EN: Revista HISTORIA Nº4, (ISSN 2220-3826) Escuela Profesional de Historia de la UNSA. Arequipa, Perú. Octubre 2001 pp 71-84
[2] Profesor de la Escuela Profesional de Historia de la UNSA.

1 comentario:

rrv dijo...

gracias por tu articulo, llegue a el buscando notas sobre Marcos Retamozo, probable antepasado mio. Me pregunto si es hijo del Capitan Marcos Retamozo (o Retamoso), mencionado por Ricardo Palma en Tradiciones Peruanas como fundador de Arequipa en 1540.
http://es.wikisource.org/wiki/El_ahijado_de_la_providencia

Atte.
Raul Retamozo